Failde no pierde su esencia

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2020-09-03 09:51:45

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Orquesta Failde. Foto: Prensa Latina.

Por: Wilfredo Alayón

Matanzas, Cuba, 3 sep (RHC) La calidad musical de la orquesta Miguel Failde, fundada en esta occidental ciudad cubana, recibió en fecha reciente un reconocimiento por la revista Jazz Wise, una de las más importantes dedicada al género en Reino Unido.

Esa publicación destacó la frescura sonora de la agrupación, que vio la luz de forma oficial el 14 de abril de 2012, y honra en sus actuaciones al danzón, considerado el baile nacional cubano, y también acoge ritmos afines como el bolero, el son, el mambo y el cha cha chá.

La Orquesta Miguel Failde, conocida también como Orquesta Failde o simplemente La Failde, lleva el nombre del creador del primer danzón dado a conocer al público: Las Alturas de Simpson, en homenaje a una barriada de esta municipalidad.

Esta pieza se estrenó la noche del 1 de enero de 1879 en el Liceo Artístico y Literario, en la actualidad Sala de Conciertos José White de esta urbe, nombrada la Atenas de Cuba, y desde sus inicios el novedoso ritmo tuvo aceptación entre los bailadores.

Ahora, 141 años después, el colectivo creado y dirigido por el flautista Ethiel Fernández Failde​, da continuidad al legado de su tatarabuelo Miguel, con un formato similar a la charanga típica del siglo XX aunque presenta metales como saxofón, clarinete, trombón y trompetas.

Apuntes históricos y musiológicos

El danzón recibió la condición de Patrimonio inmaterial de la nación en el XXII Festival Cubadanzón-2013, efectuado en la localidad matancera, mediante resolución del Ministerio de Cultura que destacó al género como digna expresión de la música tradicional de la mayor de las Antillas.

"Otorgar ese lauro fue pagar una deuda histórica a la música de Matanzas, y un feliz reconocimiento", comentó María Victoria Oliver, profesora e instrumentista, doctora en Ciencias Pedagógicas, y merecedora de la Distinción por la Educación Cubana.

La especialista recordó que la presencia de inmigrantes franceses y franco–haitianos en Matanzas, provocó la presencia por estos lares de formas de canto y baile como la contradanza francesa.

"Aunque mantiene sus esencias estructurales europeas, y un hacer coreográfico definido para el salón; a su entrada a Cuba ya se encuentra tamizada por la contribución negra adquirida en La Española, o en las tierras sureñas de Norteamérica", señaló.

"Es preciso puntualizar que el negro de clase media en Cuba hubo de desempañarse en oficios no requeridos por blancos como el de músico", abundó.

Según Oliver, esto facilitó interactuar tanto en cultos de origen africano, propios de los ancestros; como en las agrupaciones que amenizaban los salones y sociedades de la alta sacarocracia matancera, interpretando expresiones bailables venidas de Europa.

"Como consecuencia se da una forma de hacer la contradanza de innegable mestizaje, y no del todo, como muchos estudiosos han referido, como una simple expresión de carácter mimético", enfatizó.

Oliver precisó que el proceso de gestación del danzón, es un hecho que responde a una evolución histórica dentro de un contexto específico del devenir social.

En ese entorno –aseguró- aparece Miguel Failde (1852-1921), hijo del penínsular Cándido Failde, natural de Galicia, y de la 'parda libre' Justa Pérez, según consta en el libro tres de bautismos, folio 40, partida 222, que se halla en la iglesia del poblado de Limonar.

Miguel funda, a los 18 años de edad, su orquesta típica con la cual fue reconocido por la sociedad de Matanzas y que en su inicio la integraron: primer violín Pancho Morales, segundo violín Juan Cantero, primer clarinete Anselmo Casalín y segundo clarinete Eduardo Failde.

Completaban la formación musical: en el cornetín el propio Miguel, trombón Cándido Failde, figle Pascual Carreras, contrabajo Eulogio Garrido, timbalero Andrés Segovia y güiro Isidro Acosta.

Miguel Failde tocaba además el contrabajo y la viola y a pesar de no ser pianista interpretaba piezas complejas en ese instrumento y se le atribuyen por investigadores la autoría de unos 144 danzones, además de otras composiciones.

También daba clases de música en su casa de la calle Velarde en la cabecera provincial homónima y participó en la edición de un semanario literario que llevaba por nombre Ideas Nuevas, forjado de encuentros que sostenía con intelectuales.

Más de una centuria y cuatro décadas después, Ethiel incorpora a su repertorio danzonero piezas como Almendra, Monserrate, Fefita y Los ojos de Johanna, e incluye reconocidos artistas de la isla como la icónica vocalista Omara Portuondo, y el pianista Alejandro Falcón

"Trabajamos con un lema que reza: Nuevos timbres, sonoridades contemporáneas, revolución del género, sin perder su esencia", destaca Ethiel, de apenas 29 años de edad y con un amplio futuro en el espectro musical cubano.

"Aspiramos que el danzón se convierta en nuestro baile nacional por el nivel de consumo de ese ritmo, y vislumbramos una música que esté en el lugar que le corresponde", subraya. (Fuente: Prensa Latina)



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