Confirmados grotescos planes contra Cuba

Editado por Maite González Martínez
2017-11-01 11:25:50

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Por: Guillermo Alvarado

La decisión del gobierno de Estados Unidos de desclasificar una pequeña parte de los documentos vinculados con el asesinato del expresidente John F. Kennedy, perpetrado en la ciudad de Dallas, estado de Texas, en 1963, fue ocasión para confirmar siniestros planes elaborados en Washington para justificar una agresión militar contra Cuba.

Entre los dos mil 800 archivos que salieron a la luz hay varios referidos a un programa elaborado por una comisión especial, de la que formaba parte la Agencia Central de Inteligencia, conocido como “Operación Mangosta” cuya finalidad era poner fin a la Revolución que había triunfado el 1 de enero de 1959.

Una parte del plan era sembrar el caos en Miami y otras ciudades estadounidenses por medio de la detonación de explosivos, asesinatos contra líderes de la emigración cubana e incluso atacar barcos con personas que intentaran arribar a costas norteamericanas, todo ello para culpar y tratar de desprestigiar al gobierno revolucionario y justificar así una intervención militar.

Los aparatos de inteligencia de esa nación tenían ya experiencia en este tipo de acciones, que ejecutaron contra el gobierno guatemalteco de la década de la democracia, entre 1944 y 1954 y años después en Vietnam.

Medios de prensa se hicieron eco en estos días a la publicación de estos documentos, pero llama la atención que muchos de ellos, los occidentales sobre todo, lo dan como una operación que se quedó en los papeles y nada está más lejos de la realidad.

 

Es cierto que no se llevaron a cabo las acciones de provocación en Miami que hubieran causado decenas, o quizás cientos, de víctimas, pero las agresiones que se prepararon contra Cuba o intereses cubanos en el exterior, esas sí se ejecutaron.

Un primer paso fue arropar en territorio de Estados Unidos a esbirros, torturadores y asesinos que estuvieron al servicio de la tiranía de Fulgencio Batista, así como a una pléyade de políticos y funcionarios corruptos y ladrones que para escapar a la justicia corrieron a refugiarse al norte donde los disfrazaron de “luchadores por la libertad”.

Dentro de estos “angelitos” figuran confesos terroristas de la calaña de Luis Posada Carriles, Orlando Bosch, Félix Rodríguez, Manuel Artime, Eugenio Martínez y otros “patriotas” que no dudaron en invadir a su propio país por Playa Girón, y que además perpetraron numerosos asesinatos bajo el amparo de políticos como Ileana Ross-Lehtinen y Lincoln Díaz Balart.

Además de decenas de intentos de asesinato contra el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y otros dirigentes, se pusieron bombas, se voló un avión civil cubano donde murieron 73 personas y se introdujeron plagas para destruir cultivos estratégicos, como la caña de azúcar y el tabaco.

La guerra biológica planificada desde Estados Unidos incluyó la propagación del virus causante del dengue hemorrágico que mató a 158 personas, de ellas 101 niños.

A Cuba se le continúa agrediendo y la actual administración encabezada por Donald Trump exacerba el odio contra la Revolución y un pueblo que ha tenido el valor de erguirse, escoger su propio camino y demostrar con su ejemplo que el capitalismo no es la solución a los problemas más graves de la humanidad.



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