¿Qué es la cultura Maceo-Grajales? (II)

Editado por Martha Ríos
2017-11-01 18:43:04

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Antonio Maceo. Foto: Archivo

Por Armando Hart*

Nadie mejor que Antonio Maceo para estudiar las relaciones entre cultura, ética y política en la historia espiritual de nuestro pueblo.

Antonio Maceo no fue sólo un talento militar, sino también un hombre de honor, de enorme curiosidad por la cultura, de amplísima visión humanista y, desde luego, de estrechos vínculos con el pueblo explotado del que era su más nítido representante en el Ejército Mambí.    

En Maceo hay un guerrero de modales culturales en el hacer y en el decir, que hasta sus enemigos se vieron obligados a reconocerlo como un caballero.

La ética de Maceo se observa en los siguientes párrafos de la carta dirigida a General español Camilo Polavieja:

“(…) jamás vacilaré porque mis actos son el resultado, el hecho vivo de mi pensamiento, y yo tengo el valor de lo que pienso, si lo que pienso forma parte de la doctrina moral de mi vida”.

Y en otra parte de la misma carta agrega: “La conformidad de la obra con el pensamiento: he ahí la base de mi conducta, la norma de mi pensamiento, el cumplimiento de mi deber.  De este modo cabe que yo sea el primer juez de mis acciones, sirviéndome de criterio racional histórico para apreciarlas, la conciencia de que nada puede disculpar el sacrificio de lo general humano a lo particular”.

Más adelante señala: “Vislumbro en el horizonte la realización de ese mi ideal, casi parecido al ideal de la humanidad, humanizado con los grandes bienes que tiene que realizar en el porvenir”.  “(…) no hallaré motivos para verme desligado para con la Humanidad.  

No es, pues, una política de odios la mía, es una política de amor; no es una política exclusiva, es una política fundada en la moral humana (…) no odio a nadie ni a nada, pero amo sobre todo la rectitud de los principios racionales de la vida”.

No son las palabras de un tratadista de ética, sino de quien mostró, con el ejemplo de su vida, la validez de estos principios.

Para realizar un diálogo político sistemático cada vez más profundo con las nuevas generaciones es necesario estudiar con el peso que le corresponde a la cultura representada por Antonio Maceo.  

Tenemos que promover esa cultura en las escuelas, la familia, las instituciones juveniles, políticas y sociales a todas las escalas de la vida cubana.  

Discriminado por el color de su piel en la sociedad esclavista de las décadas que precedieron al 10 de octubre de 1868, se situó desde las primeras batallas de nuestras guerras independentistas por su firmeza de carácter, valor personal e inteligencia excepcional, en el punto más avanzado de aquella vanguardia revolucionaria que fue la partera ilustre de la nación cubana y la cual ejemplificamos en Céspedes y Agramonte, la Demajagua y Guáimaro.  

Pero es más, su carácter entero, su devoción patriótica y su sentido ético y revolucionario alcanzó más altas cumbres de grandeza con la Protesta de Baraguá.  Por esta razón, se convirtió en la expresión el más radicalmente popular y de más acendrado patriotismo de la gloriosa Guerra de los Diez Años.

Esto no era posible alcanzarlo sin el fundamento de una cultura de raíz cubana.  Es más conocida y comprendida la historia de las ideas de los forjadores de la nación en las fuentes de la alta educación recibida por los patriotas ilustrados de la clase acomodada que tomaron la decisión de unirse a la justa aspiración de los humildes, fusionar sus intereses con los del pueblo trabajador y desencadenar la lucha por la independencia y la abolición de la esclavitud.

Sin embargo, la influencia cultural de la población explotada y su articulación creativa con el saber más elevado del Occidente civilizado no ha sido suficientemente reconocida y asumida a pesar de que constituye una contribución original de la historia de Cuba al movimiento intelectual y espiritual de nuestra América.  

Es de importancia capital estudiarla y trasmitirla a las nuevas generaciones de cubanos para que puedan cohesionarse mejor en lo interno y entenderse de manera más profunda y eficaz con el mundo.

(Continuará…)

*Escritor y político cubano. Fue Ministro de Educación y de Cultura, y actualmente preside la Sociedad Cultural José Martí.

(Tomado de la revista Bohemia)



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