Por: Roberto Morejón

Toda Cuba evocó con respeto y admiración la figura del líder histórico de la Revolución Fidel Castro al cumplirse el primer aniversario de su desaparición física, después de una vida entregada a la causa revolucionaria.

Desde el 25 de noviembre hasta el 4 de diciembre, en las comunidades se rindió homenaje a quien desde joven encendió la chispa insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Los ciudadanos escogieron diversas alternativas para recordar al destacado revolucionario, tanto en jornadas de contenido político como culturales, deportivas y solemnes.

Adultos, jóvenes y niños se reunieron en escuelas, empresas, parques y otros sitios durante el período citado para rememorar al fallecido dignatario y resaltar su sabiduría, vínculo con el pueblo y dotes de humanista, orador, pensador y estadista.

Una expresión relevante entre las múltiples muestras de tributo la reservó la oriental ciudad de Santiago de Cuba, cuna de héroes desde la lucha contra el colonialismo español hasta la contemporaneidad.

Una velada político cultural en el majestuoso teatro Heredia se caracterizó por los altos niveles artísticos y la síntesis de la representación, al evocar hechos cruciales de la trayectoria del autor del alegato La Historia me absolverá.

La emotividad fue la protagonista tanto en el acontecimiento artístico como en la posterior peregrinación de miles de santiagueros hasta el cementerio donde un monolito de granito acoge las cenizas del líder histórico de la revolución.

En las actividades de honda repercusión popular en la oriental ciudad se destacó la presencia del presidente Raúl Castro, hermano de sangre y de lucha de Fidel.

El cementerio patrimonial de Santa Ifigenia, donde reposan los restos de Fidel Castro, tiene la particularidad de acoger igualmente a varios próceres de la nación, lo que encierra un gran simbolismo.

Son ellos el Héroe Nacional José Martí, Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, y Mariana Grajales, progenitora del general del Ejército Libertador Antonio Maceo, y considerada la madre de todos los cubanos.

NO por casualidad, la necrópolis de Santa Ifigenia se ha convertido en destino de muchos santiagueros, y cubanos en general, además de extranjeros que acuden con flores en señal de respeto.

Quedan atrás jornadas de tributo de los cubanos en las que subrayaron la disposición de ser fieles continuadores de los ideales del guía de los atacantes al Cuartel Moncada, del desembarco del yate Granma y de la victoria de Playa Girón.

El país NO paralizó sus actividades productivas, pero estuvo inmerso en las múltiples iniciativas con las que se evocó la figura de quien dio lecciones de firmeza y robusteció la capacidad de resistencia de los cubanos.