Costa Rica definirá presidente en segunda ronda

Editado por Jessica Arroyo Malvarez
2018-02-05 10:36:56

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Foto: Archivo

Por Guillermo Alvarado

Luego de una desteñida campaña electoral y con marcada ausencia de ciudadanos en las mesas de votación, dos candidatos de igual apellido pero diferentes posiciones políticas definirán la presidencia de Costa Rica en segunda vuelta programada para el próximo 1 de abril.

Se trata del músico, periodista y pastor evangélico Fabricio Alvarado, propuesto por la agrupación Restauración Nacional, quien consiguió este domingo el 24,77 por ciento de los sufragios; y el exministro de Trabajo Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana, que quedó en segundo lugar con 21,74 votos a su favor.

Ya por finalizar el conteo de las papeletas, se anunció una abstención récord de casi el 34 por ciento, una muestra del escaso interés que la contienda despertó entre la población.

Costa Rica fue reconocida durante mucho tiempo como “la Suiza de Centroamérica”, gracias a las transformaciones realizadas a mediados del siglo pasado, cuando triunfó un movimiento liberal encabezado por el legendario político José Figueres Ferrer y comenzaron una serie de cambios económicos, sociales y políticos en los que jugó un papel importante Manuel Mora Valverde, un hombre de pensamiento progresista, que se definió a sí mismo como marxista leninista.

Entre las medidas clave en este proceso figuraron la eliminación del ejército, la promulgación de un código de trabajo muy avanzado y un sistema de seguridad social que redujo notablemente la pobreza.

A partir de los años 80, y de manera particular en la década siguiente, muchas de las garantías de que disfrutaba la población se fueron difuminando a medida que se aplicaron políticas neoliberales. La reducción paulatina de la pobreza se estancó y en estos momentos ronda el 22 por ciento de la población, mientras crece la diferencia entre quienes más tienen y los desposeídos.

El índice de desempleo es superior al nueve por ciento y muchas de las ventajas sindicales se perdieron, a la vez que la privatización de algunos sectores de la economía provocó un alza del costo de la vida.

Curiosamente estos temas permanecieron alejados en la campaña electoral, sobre todo en las últimas semanas, cuando resultados desplazados por la discusión sobre el matrimonio homosexual.

En una sociedad fundamentalmente católica, pero con un crecimiento acelerado de las religiones protestantes, Fabricio Alvarado consiguió subir notablemente su caudal de votos con una oposición radical a los derechos a las personas con una orientación sexual diferente, incluida la posibilidad de adoptar hijos.

Carlos Alvarado, por el contrario, es un defensor de los derechos humanos de todas las minorías sociales, incluida la comunidad gay, lesbianas, transgénero y travestis.

Se teme que estas cuestiones centrarán la discusión de aquí al 1 de abril, en perjuicio de los temas sociales y económicos que afectan a una buena parte de la población. Dada la escasa diferencia de votos entre los dos contendientes, ganará quien logre un mayor consenso social y realice mejores negociaciones con los partidos perdedores en esta primera ronda.



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