Alistan en Washington nuevo mecanismo subversivo anticubano

Editado por Jessica Arroyo Malvarez
2018-02-05 10:46:03

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Foto: Archivo

Por Roberto Morejón

La actual administración estadounidense y otras precedentes se arrogaron arbitrariamente el derecho de determinar la información necesaria para los cubanos, en lo que constituye una transgresión de la legalidad y la libertad de los nacionales de hacer ese tipo de elección.

En esa línea injerencista, el gobierno estadounidense convocó para el siete del mes en curso a una reunión de un mecanismo denominado en inglés “task force”, o sea, fuerza de tarea, aunque en español se conocería mejor como grupo operativo.

El lado oscuro de la “iniciativa” NO radica en el apelativo del engendro aunque las “task force” tienen aires militaristas.

La variante enfilada contra Cuba parece estar alejada de la confrontación armada, pero tiene una connotación aventurera, desestabilizadora y agresiva aunque se diga que buscan mejorar el flujo de la información interna.

A la herramienta gubernamental aportarían fuerzas el Departamento de Estado, USAID, Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, y la Oficina a cargo de Radio y Televisión Martí, que NO se ven en Cuba, pero continúan al aire desperdiciando los aportes de los contribuyentes.

Esa asociación NO puede tener objetivos altruistas, pues se sabe el rumbo trazado por el presidente Donald Trump, aliado a las fuerzas más obtusas de la extrema derecha de la emigración de origen cubano.

Fue Trump el que en una intervención pública en junio pasado, considerada un circo, se unió a fósiles de la línea extremista de Miami para anunciar un viraje en los vínculos con Cuba y truncar el proceso hacia la normalización de nexos iniciado en diciembre de 2014.

Hace pocos días, el gobernante volvió a referirse a Cuba, esta vez en su mensaje sobre el estado de la Unión, con un lenguaje hostil y retrógrado.

Bajo esa línea todo apunta a que Washington retomará metodologías fracasadas para alentar la subversión en Cuba, como los planes Zunzuneo, Piramideo y Conmotion.

Todos ellos se enfocaron a la distribución de mensajes aparentemente inofensivos, pero perfilados para crear confusión y malestar entre los nacionales.

Los planes denominados así fracasaron y fueron coronados en algunos casos con el escándalo, aunque en Estados Unidos suelen extenderle un manto piadoso a las actividades desestabilizadoras de la USAID.

Los cubanos NO muerden el anzuelo acerca de los supuestos buenos oficios de la administración Trump y su anunciada pretensión de proveer información de Internet.

La fuerza operativa en ciernes tratará de utilizar las telecomunicaciones y redes sociales para soliviantar a los cubanos contra su gobierno, en flagrante violación de las leyes del archipiélago caribeño.

Nada de ello perturbará los proyectos de Cuba para avanzar, NO sin dificultades por las limitaciones de recursos, hacia un uso masivo de las nuevas tecnologías. Se trata de un hecho irreversible.



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