Reclaman justicia por abuso policial en Estados Unidos

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-03-29 10:33:42

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Por:Guillermo Alvarado

Numerosas voces se alzan en Estados Unidos para reclamar justicia y responsabilidad ante el más reciente caso de brutalidad policial registrado en ese país, esta vez contra el joven Stephon Clark quien fue abatido de 20 balazos en la ciudad de Sacramento, California, el 18 de marzo pasado.

Varias manifestaciones de protesta se realizaron en esa y otras urbes estadounidenses a partir de entonces, lo que llevó a las autoridades a pedir calma a la población y tiempo para realizar las investigaciones correspondientes.

Estos llamados, sin embargo, no fueron recibidos con agrado por organizaciones defensoras de los derechos de las minorías, ni por los familiares de la víctima, que acusan a los agentes de ensañamiento y el uso innecesario de las armas.

En la noche de los hechos la policía local dice haber recibido una llamada denunciando que un hombre estaba rompiendo los cristales de varios automóviles, por lo que se movilizaron varias patrullas y un helicóptero.

Clark fue visto en los alrededores y de inmediato, y de manera totalmente gratuita, lo calificaron como el principal sospechoso, por lo que comenzaron a perseguirlo hasta acorralarlo en el patio trasero de la casa de su familia.

Según los oficiales, el joven avanzó hacia ellos portando algo en las manos por lo que temieron por sus vidas y dispararon, acertándole 20 proyectiles que le ocasionaron la muerte de inmediato. Lo único que hallaron en el cuerpo fue un teléfono celular.

A pesar de la cantidad de policías que intervinieron, sólo hay dos suspendidos y la gente teme que ocurra algo como lo registrado en estos días en Luisiana, donde los agentes Blane Salamoni y Howie Lake fueron exonerados de cargos por haber matado a tiros en 2016 a Alton Sterling, a pesar de que éste no estaba armado.

Ambas víctimas tenían como denominador común ser jóvenes, negros y pobres.

Sequita Thompson, abuela de Stephon Clark, denunció en conferencia de prensa reciente que cuando escuchó los disparos en el patio de su casa pidió a su esposo que llamara a la policía, ignorando que precisamente ésta había asesinado a su nieto.

¿Por qué no le dispararon a las piernas, o utilizaron a los perros, en lugar de matarlo de esa manera?, se preguntó la mujer, una interrogante que se repite una y otra vez en un país donde el racismo suele estar presente en los reiterados casos de brutalidad policial que, por lo general, quedan en la impunidad.

Incluso la líder de la minoría del partido Demócrata en la Cámara de los Representantes, Nancy Pelosi, afirmó que Clark debería estar vivo hoy.

El alcalde de Sacramento, Darrell Steinberg, dijo que esta nueva muerte fue algo innecesario y señaló que además de hacer cambios administrativos hay que resolver el problema del racismo.

En todo caso, 20 disparos contra un joven desarmado es una acción desmesurada que no hace sino aumentar la desconfianza y el temor entre la población, sobre todo en las comunidades pobres, afro o hispano descendientes donde, de seguro, lo pensarán muy bien antes de llamar a la policía.



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