Por: María Josefina Arce

Cuba es miembro fundador de la CEPAL, Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe, que ha reconocido las conquistas sociales del país caribeño, aún en medio de difíciles condiciones como el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace más de medio siglo.

La agencia de la ONU ha resaltado que la Mayor de las Antillas se distingue entre otras naciones del continente por demostrar que no hay contraposición entre crecimiento económico y mejoramiento de bienestar social y equidad.

Por eso es un escenario idóneo para que la CEPAL proponga a los gobiernos una reflexión sobre la urgencia de atender los problemas que genera la creciente desigualdad que sufre la región y cómo ello puede afectar el cumplimiento de los compromisos de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Cuba será por tanto, sede la semana próxima de su trigésimo séptima período de sesiones, la reunión bienal más importante de esta comisión regional de las Naciones Unidas y a la que se asistirán representantes de los 46 países miembros y de los 13 miembros asociados de la CEPAL.

Ministros de Relaciones Exteriores, Energía, Medio Ambiente, Educación y de otras carteras estarán presentes en la cita de La Habana, en la que se espera participe también el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Esta será la segunda ocasión en que Cuba será sede de un período de sesiones de la CEPAL, pues ya en 1949 albergó la segunda reunión del organismo. Su nueva designación fue aprobada unánimemente por las naciones miembros en el trigésimo sexto período de sesiones, realizado del 23 al 27 de mayo de 2016 en Ciudad de México.

Precisamente ahora México hará entrega de la presidencia del organismo a Cuba, que durante dos años tendrá la posibilidad de trabajar más estrechamente con la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe, una relación que a lo largo de décadas ha sido fructífera.

De hecho cuando en 2013 el archipiélago asumió en Santiago de Chile la presidencia pro témpore de la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, laboró intensamente en unión con esa agencia y otras que conforman el sistema de Naciones Unidas por el bien de los pueblos del área.

Tras doce meses de intensa faena, en la Segunda Cumbre del bloque regional en La Habana se hizo precisamente hincapié en la lucha contra el hambre, la pobreza y las desigualdades, un área en la que Cuba tiene mucho que mostrar mundo.

Así lo manifestó en una entrevista a la agencia noticiosa Prensa Latina, la mexicana Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva de la CEPAL, quien ha señalado que el archipiélago tiene mucho que enseñarle a los países de la zona para combatir las desigualdades y romper los círculos viciosos de la pobreza.

En la Declaración de La Habana los estados miembros de la CELAC reafirmaron que para la erradicación de la pobreza y el hambre es necesario impulsar políticas económicas que favorezcan la productividad y el desarrollo sostenible de las naciones.

Para Cuba es muy importante acoger el período de sesiones de la CEPAL pues es una gran oportunidad para avanzar en el análisis de los grandes temas de desarrollo de la región en ese espacio colectivo y poder contribuir a la adopción de estrategias que eliminen el hambre y la pobreza, dos flagelos que azotan a la mayoría de países en el mundo.