Argentina, las memorias desnaturalizadas del FMI

Editado por Maite González Martínez
2018-07-12 07:24:48

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Por: Roberto Morejón

Mauricio Macri se presentó ante los electores argentinos como el “salvador” de la economía que, según su lectura, cayó por el despeñadero con Cristina Fernández, pero en dos años y medio de gestión, el inquilino de la Casa Rosada encarna una gran frustración.

Aquel que prometió un crecimiento económico sólido y rápido administra hoy un país en ascuas, endeudado fuertemente después de pedir con frenesí un préstamo al Fondo Monetario Internacional.

El salvamento de 50 mil millones de dólares cubre, de momento, los apuros de un país que sufrió la devaluación de la moneda nacional, el peso, hasta 25 por ciento y una estampida de divisas, pero la solución NO es de fondo.

El gobierno de derecha y los consorcios mediáticos suelen criticar a Cristina y Néstor Kirchner por sus políticas monetarias, pero a la postre la situación actual NO refleja un socorro para el país.

Si bien el gobierno logró capear a duras penas el malestar de los ciudadanos por la aplicación de alzas brutales de las tarifas de gas y eléctricas, ahora NO ha podido sobrellevar la opinión de los argentinos de a pie.

El solo hecho de acudir al regazo del organismo prestamista de tristes remembranzas para los argentinos, diluyó los anhelos de algunos sectores de lograr una reanimación de su poder adquisitivo.

Si bien el auxilio del FMI evitó de inmediato males mayores en el orden cambiario, nadie impedirá el aumento del desempleo y la pobreza, esta última situada en un alarmante 25 por ciento de los 44 millones de habitantes.

Los argentinos evocan muy bien ---porque han sufrido sus rigores-- que la entidad emblemática del gran capital NO escatima en exigencias de recortes de gastos.

Analistas auguraron que los sectores más vulnerables de la sociedad cargarán el lastre de los ajustes del déficit fiscal, la inflación y la devaluación del peso argentino.

Por naturaleza muy críticos, los argentinos elevaron en las últimas semanas el tono cáustico al referirse a los desmanes económicos y sociales del inquilino de la Casa Rosada.

Encuestas señalan que la aceptación del Jefe de Estado cayó a cerca de 35 por ciento.

De poco le sirvió su condición de representante fiel de las grandes corporaciones locales, sobre todo del mundo cerealero y el pulpo mediático Clarín.

El nombre de Mauricio Macri obliga ahora a los argentinos a rememorar las crisis económicas, la más grave de ellas en 2001, el corralito y la cesación de pagos de una deuda de 144 mil millones de dólares.

El gobernante también se remite a un Fondo Monetario Internacional que sin pudor respaldó a la represiva y neoliberal dictadura militar entre los setenta y los ochenta del siglo pasado.



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