Tormentosa relación turco-estadounidense

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-08-16 07:52:57

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Foto: Telemundo.

Por: Roberto Morejón

La relación entre Estados Unidos y Turquía ha sido compleja y adquirió ribetes explosivos al aumentar el presidente Donald Trump los aranceles a la importación de acero y aluminio de ese país.

La abrupta medida provocó el desplome de la lira turca y un contraataque de Ankara con el incremento de las tarifas a varios renglones comprados en la nación norteña.

Sin embargo, la respuesta del presidente Recep Tayip Erdogan no disipa las preocupaciones sobre el futuro de una economía debilitada.
Desde un fallido intento de golpe de estado dos años atrás crecieron la demanda interna, sectores comerciales, servicios y la construcción, pero la inflación tuvo un alza.

En el transcurso de 2018, la lira turca perdió casi 40 por ciento de su valor frente al dólar y agravó la tradicional dependencia de la economía doméstica del financiamiento exterior.

La administración Trump sabía de esas adversidades y arremetió contra Turquía como parte de su guerra comercial con varias regiones del mundo y para castigar a Erdogan por mantener un rumbo con autonomía de Washington y la OTAN, a pesar de su estrecha alianza.

La Casa Blanca objeta la política monetaria de Turquía por senderos propios, su acercamiento a Rusia, la participación en conversaciones con ese país e Irán sobre el conflicto en Siria y la decisión de continuar importaciones petroleras de la nación persa, sancionada por Trump.

Erdogan parece osado a los ojos del impulsivo magnate inmobiliario y para colmo él se molesta por la situación con un sacerdote. Washington presiona a Turquía para liberar a un religioso estadounidense detenido por su presunta intervención en el fallido golpe de estado contra Erdogan de 2016.

El individuo parece una pieza de cambio de Ankara para una eventual negociación con Estados Unidos, donde reside el clérigo Fethullah Güllen, acusado por Erdogan de ser responsable de la intentona golpista. Como se aprecia, la disputa tiene varias aristas aunque el dignatario otomano dijo que no se dejará intimidar por Estados Unidos.

La controversia genera efectos telúricos en otras latitudes, pues monedas de países emergentes como el rand, de Sudáfrica, el rublo, de Rusia, el real, de Brasil y el peso, de México, sufrieron depreciaciones.

Conmoción en bolsas, la amenaza de impactar la alegada recuperación de las economías de la eurozona y una nueva devaluación del peso argentino son otras de las secuelas de las contradicciones turco-estadounidenses.

En medio de la incertidumbre, el mundo debe tomar nota de que los apremios de Trump a Turquía podrían servirle de ensayo para aplicar la misma receta a otros Estados si no se avienen a sus brutales extorsiones. 



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