Canales entre Bolsonaro y el régimen de Pinochet

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-10-12 08:06:09

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Por: Roberto Morejón

El ultraderechista Jayr Bolsonaro, quien postula para la presidencia de Brasil, está anclado a las doctrinas neoliberales de la escuela de los Chicago boys, extremistas pro-mercado tristemente célebres por sustentar el programa económico de la dictadura de Augusto Pinochet.

Paulo Guedes, principal asesor económico de Bolsonaro, sería nombrado como titular de esa cartera si el ex capitán y nostálgico de la dictadura brasileña venciera en los comicios del 28 de octubre al pretendiente progresista Fernando Haddad.

Como Bolsonaro admitió saber poco de economía, es previsible que en un gobierno suyo tendría las manos libres Paulo Guedes, un promotor acérrimo de la reducción de impuestos y la simplificación del Estado y la estructura fiscal.

Guedes es conocido popularmente como Chicago boy porque se formó en la universidad de la ciudad estadounidense, asiento del monetarismo y las privatizaciones influenciadas por las ideas radicales de Milton Friedman y Arnold Harberger.

Se trata de una pareja de alegados eruditos de las doctrinas más salvajes del gran capital con una presencia determinante en la dictadura de Augusto Pinochet, impuesta en Chile luego de un golpe de estado contra el presidente Salvador Allende en mil 973.

Con el apoyo de las bayonetas, los Chicago boys implantaron en el país austral un sistema económico autocalificado de milagroso, porque logró el crecimiento global a costa del aumento de la pobreza y la desigualdad.

Los defensores de las teorías peregrinas de la Universidad de Chicago convencieron a los altos mandos de que ellos complementarían con su sabiduría económica los desmanes de los represores.

No por casualidad, Paulo Guedes, el flamante asesor del cavernícola brasileño Jayr Bolsonaro, se desempeñó en Chile como profesor universitario en los años 80 del siglo pasado, durante la tiranía pinochetista.

Después de aquella experiencia, Guedes se propone replantear en Brasil las mismas recetas, con el beneplácito del mercado en el gigante sudamericano, opuesto a los programas sociales de los gobiernos de Luiz Inacio Lula Da Silva y Dilma Rousseff.

Por cierto, Paulo Guedes es investigado por fiscales de su país por una presunta participación en un fraude de fondos de pensiones de compañías estatales.

El inconveniente no limita las febriles gestiones de Bolsonaro y Guedes, quienes convencidos de lo que califican de venidero triunfo en la segunda vuelta electoral, se preparan para aplicar un duro recorte al número de ministerios.

Mientras Guedes afila sus tijeras podrá evocar las lecciones aprendidas cuando convivió en Chile con el despótico régimen militar.



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