Por: María Josefina Arce

No al bloqueo norteamericano contra Cuba fue nuevamente el reclamo de la abrumadora mayoría de las naciones miembros de la ONU, que este jueves votaron a favor del proyecto de resolución presentado por la delegación cubana sobre la necesidad de poner fin a esa unilateral medida.

Por vigésimo séptima ocasión la Asamblea General acompañó a Cuba en su lucha porque se ponga fin al cerco, que por su carácter extraterritorial afecta las relaciones económicas, comerciales y financieras del archipiélago con otras naciones del mundo.

De nada valieron las desesperadas maniobras de Washington, 189 países se pronunciaron contra esa política hostil, recrudecida bajo la administración de Donald Trump, y que de marzo de 2017 a abril de 2018 ha provocado perdidas a la Mayor de las Antillas por más de cuatro MIL millones de dólares.

Como es habitual Estados Unidos solo contó con el apoyo de su incondicional aliado Israel, mientras que no hubo abstenciones y se registraron solamente dos ausencias.

Las ocho enmiendas, propuestas por Estados Unidos para intentar manipular a la opinión pública, fueron ampliamente derrotadas. Por amplísima mayoría, uno a uno los proyectos norteamericanos fueron rechazados en igual número de votaciones en el plenario de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Emotiva y contundente por la solidez de los argumentos fue la intervención del canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien afirmó que no es posible contabilizar el daño y el sufrimiento humano causado por una política que Estados Unidos se empeña en mantener, a pesar del amplio rechazo internacional.

En ese sentido señaló que en el 2017 en Cuba, 224 personas por cada 100,00 habitantes murieron por no disponer de fármacos y tratamientos médicos a causa del cerco económico, que irrespeta el ejercicio del derecho a la libre determinación, a la paz, al desarrollo, a la seguridad y a la justicia del pueblo cubano.

El jefe de la diplomacia cubana afirmó que las enmiendas han sido una artimaña deshonesta de Estados Unidos para extender y cansar a la Asamblea con el fin de boicotear el proceso de votación.

Ya en la jornada anterior se había escuchado en el plenario de la ONU el rechazo de muchos de los oradores a las propuestas estadounidenses, que fueron calificadas como un intento por desviar la atención sobre el bloqueo, que viola los derechos humanos más elementales del pueblo cubano.

Pero Estados Unidos persiste en su errada estrategia y desconociendo el sentir de la gran mayoría del mundo e incluso del pueblo estadounidense, reiteró ante la Asamblea General que se mantendrá el unilateral bloqueo, con el argumento de siempre sobre supuestas violaciones de los derechos humanos en el archipiélago.

Mal aconsejado por elementos retrógrados y hostiles hacia el pueblo cubano, volvió Estados Unidos a quedar aislado, sin acabar de entender que está solo en el tema de Cuba, una nación independiente y soberana en la que, como bien afirmara el canciller cubano en su intervención, no hay, ni habrá espacio para la intromisión de una potencia extranjera.