Almagro reactiva conspiraciones contra Cuba

Editado por Maite González Martínez
2018-12-10 08:41:52

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Imagen ilustrativa, foto archivo.

Por Roberto Morejón

El acérrimo conspirador contra el gobierno constitucional de Venezuela Luis Almagro inició una nueva etapa de sus enfermizas diatribas anticubanas en una conferencia en Washington, a tono con la atmósfera virulenta  creada por su mentor, el presidente estadounidense, Donald Trump.

El secretario general de la OEA se reafirmó como punta de lanza del imperialismo contra Cuba, con el argumento falaz de que personas de ese origen participarían en violaciones de los derechos humanos en otras naciones.

El ignominioso renegado de la izquierda nacido en Uruguay pretendió disfrazar de torturadores a decenas de miles de colaboradores cubanos de la salud y otras ramas desplegados en otros países, como Venezuela y Nicaragua.

Almagro, a quien el Frente Amplio de Uruguay condenó por consentir una eventual invasión a Venezuela, dijo que arremeterá contra Cuba para acabar ---según su gastada  terminología--con la impunidad de ese gobierno.

Su renovado desdén hacia un país que NO se subordina como él a los designios de la administración Trump, coincide con su anunciada candidatura a la reelección como  secretario general de la desprestigiada organización hemisférica para el período 2020-2015.

Fuentes de prensa señalaron el adelantado respaldo de Washington a la pretensión, a tenor con la hoja de servicios de Almagro, quien actúa como un miembro de plantilla del Departamento norteamericano de Estado.

El burócrata ultrarreaccionario solo tiene ojos para Venezuela, Cuba y Nicaragua mientras ignora la crisis por corrupción en Perú, los asesinatos de activistas sociales y ex guerrilleros en Colombia y la violencia en México, arreciada durante el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto.

Tampoco Almagro se refiere al despliegue militar desproporcionado de Estados Unidos en la frontera con México para rechazar a migrantes centroamericanos y menos habla de la política racista y xenófoba de Donald Trump.

Almagro destila animadversión porque Cuba es un país independiente que rechazó la posibilidad de regresar a la OEA, organización justamente calificada de Ministerio de colonias.

Igualmente está irritado porque Cuba le impidió viajar para participar en un show propagandístico con grupúsculos contrarrevolucionarios locales.

Como destacara una declaración de un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cuba NO reconoce autoridad a la OEA y a su secretario general, ni a sus verdaderos manipuladores, para juzgar lo que los nacionales hacen de manera solidaria en otros países.

El aborrecible funcionario de la OEA se quedará aislado revuelto en sus delirios anticubanos, solo premiado por quien le debe pagar una fortuna.



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