Encara Brasil futuro con más violencia

Editado por Maite González Martínez
2018-12-31 09:41:00

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Imagen tomada de PL.

Por: Guillermo Alvarado

Brasil exhibe el nada prestigioso récord de ser el país donde ocurre el mayor número de muertes por el uso de armas de fuego, un registro que en el futuro inmediato podría aumentar si el presidente electo, Jair Bolsonaro, cumple su amenaza de flexibilizar la venta de estos artefactos luego de que asuma su cargo este primero de enero.

Un informe difundido por el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud, de la universidad de Washington, revela que en un mundo particularmente violento, el continente americano es el peor de todos y que el denominado Gigante Sudamericano lleva la peor parte.

En 2016 en Brasil ocurrieron 43 mil 200 fallecimientos debido a heridas por armas de fuego, dato superior al de Estados Unidos, con 37 mil 200.

La investigación señaló que del total de muertes ocurridas por tal razón en todo el mundo, en seis países de nuestro hemisferio, Brasil, Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela y Guatemala suceden la mitad de ellas.

Llama poderosamente la atención que Guatemala, una nación mucho más pequeña en territorio y población que las otras cinco, ocupe un sitio en este triste historial, sobre todo si se toma en cuenta que allí se cumplieron en estos días 22 años de la firma del Acuerdo de Paz que puso fin a un conflicto armado interno que durante más de tres décadas y media desangró a esa sociedad.

Pero, volviendo a Brasil, el capital del ejército que desde mañana será el nuevo jefe de Estado, causó preocupación por su obstinación de abrir la venta de pistolas, fusiles y otros artefactos, según él como una vía para frenar la violencia, aunque el efecto real será como regar gasolina sobre un incendio.

Bolsonaro pretende de esta manera tirar al cesto de la basura la Ley Federal del Estatuto del Desarme, que entró en vigor en 2003 durante la administración de Luis Inacio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores.

El investigador David Marques, del Instituto Brasileño de Seguridad Pública, dijo que aún cuando el Estatuto nunca se llegó a aplicar en su totalidad, sirvió de freno al incremento de homicidios.

Una encuesta publicada este lunes por la empresa Datafolha señala que el 61 por ciento de los entrevistados se oponen a la libre portación de armas, seis puntos más que en el último sondeo sobre el tema realizado en octubre de este año.

No obstante, Bolsonaro reiteró el fin de semana su intención de aprobar la polémica medida, quizás como una forma más de parecerse al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que a todas luces es para él un modelo a seguir, aunque su pueblo sea el que pague las consecuencias. Como dice aquel dicho popular, vivir para ver.



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