Crónica de un ataque anunciado

Editado por Maite González Martínez
2019-01-16 10:06:40

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Ivan Duque anuncia que Colombia deja Unasur. Foto/El Universal

Por María Josefina Arce.

Cuando en agosto del pasado año asumió Iván Duque la presidencia de Colombia, ya se veía venir su alianza con los gobiernos derechistas de América Latina para incentivar los ataques contra el proceso integracionista que ha vivido en los últimos años la región.

UNASUR, Unión de Naciones Suramericanas, fue de inmediato el objetivo escogido. A solo tres días de su asunción Duque comunicaba que se retiraba del mecanismo regional, del que ya habían anunciado la suspensión de su participación por tiempo indefinido Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú.

La justificación fue preservar la democracia en el área y de nuevo Venezuela y su gobierno elegido democráticamente en las urnas quedó en la mira de la derecha latinoamericana, aliada con los círculos de poder de Estados Unidos.

Ahora Colombia anunció que trabaja con varios mandatarios de la zona, entiéndase afines a Washington, para crear un organismo regional que sustituya a UNASUR, nacida en 2004 a iniciativa del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y, sin la presencia injerencista de Estados Unidos.

PROSUR sería el nombre del nuevo bloque, que servirá para coordinar los ataques contra el legítimo gobierno de Venezuela y su presidente Nicolás Maduro, quien precisamente prestó juramento la semana pasada para un nuevo mandato.

De hecho el presidente colombiano aseguró que el nuevo organismo combatirá al gobierno de Maduro, al que considera ilegítimo, con lo que desconoce la  voluntad del pueblo venezolano y como un buen alumno, al mejor estilo de Washington, se inmiscuye en los asuntos internos de otra nación.

Que desaparezca UNASUR es el propósito, sin tener en cuenta que a través de ese mecanismo se han articulado programas sociales que han beneficiado a los habitantes de las naciones miembros.

UNASUR ha promovido la inclusión social, la cooperación solidaria en Sudámerica y la búsqueda de poner fin a las asimetrías económicas, al tiempo que ha contribuido a la unidad del continente.

La creación de PROSUR es por tanto, otra maniobra para fraccionar la integración latinoamericana y continuar agrediendo a Venezuela, una nación a la que buscan asfixiar para poner fin a la revolución bolivariana que tantos logros económicos y sociales ha cosechado en los últimos años.

Pero este es un detalle que no le importa a la derecha, como tampoco le importa cercenar la soberanía e independencia de América Latina y entregarla al poderoso vecino del Norte para el despojo de sus recursos y la explotación de sus pueblos.



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