Los desestabilizadores de Venezuela tratan de acusar a Cuba

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-01-28 09:59:19

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Foto: Archivo.

Por: Roberto Morejón

Estados Unidos es el impulsor de la guerra económica, violencia e intentos de golpe de estado en Venezuela, y como cortina de humo intenta atribuirle a Cuba un papel injerencista en el país sudamericano.

Para tratar de desviar la atención mundial de su desvergonzado plan para un cambio de régimen en Venezuela, la administración de Donald Trump convocó recientemente a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.

Allí habló en representación de la superpotencia su Secretario de Estado, quien apeló, entre otros desvaríos, a insolencias e imputaciones sin fundamento contra Cuba.

La descompostura de Mike Pompeo contra varios países que respaldan al gobierno constitucional de Venezuela y en especial contra Cuba fue manifestada para encubrir que fueron el propio orador y el vicepresidente Mike Pence, los patrocinadores del show montado por un llamado “presidente encargado” en Caracas.

La prensa puso de relieve que Pence y Pompeo son los arquitectos del proceso mediante el cual el diputado opositor Juan Guaidó, quien estudió en Estados Unidos, se autoproclamó “primer mandatario interino”.

No se sabe si los mentores de Guaidó le ordenaron lanzarse a una “investidura” con solo levantar el brazo ante exaltados simpatizantes de la derecha venezolana.

La bufonesca “asunción”, sin aval de institución alguna, le hizo a Guaidó un mal servicio, por lo que debería pasarle cuenta a Washington
por el consejo desatinado.

Fue esa una de las numerosas artimañas desesperadas de los gobernantes estadounidenses para torcer el rumbo de los acontecimientos en Venezuela y derrocar al presidente constitucional, Nicolás Maduro.

¿Cómo entonces los autores de un plan subversivo contra Venezuela le atribuyen a Cuba una relación supuestamente fiscalizadora con esa nación?

La Habana sostiene con Caracas una cooperación estrecha en salud, educación, deportes, ciencias y otras ramas de la vida económica y social, gracias a acuerdos firmados entre los dos gobiernos.

Cuba no tiene efectivos armados en Venezuela como los enviados por Estados Unidos a Irak, Afganistán, Siria y otros países, a fin de ejecutar su autoproclamado perfil de gendarme internacional.

Detrás de la actual crisis en Venezuela está la mano de Trump-Pence-Pompeo, empeñados en perpetrar un golpe de estado mientras
Cuba aboga porque los ciudadanos del país sudamericano diriman sus asuntos sin la presión externa.

En lugar de acusar a otros por una supuesta intervención en Venezuela que sí ejecuta Washington, Pompeo debió en la ONU respaldar una solución pacífica del conflicto, como exponen los gobiernos de México y Uruguay.



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