Trump finge no ver los apremios de Cúcuta

Editado por Maite González Martínez
2019-02-15 07:52:23

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Foto/El Espectador.

Por: Roberto Morejón

Con fanfarria, Estados Unidos afirma llevar ayuda humanitaria a través de la ciudad colombiana de Cúcuta a una Venezuela presentada como si viviera en la hambruna, cuando, paradójicamente, la amenaza con invadirla militarmente y le bloquea recursos financieros.

Si bien la cortina propagandística en torno al alegado socorro paraliza las visiones críticas, muchos debieran preguntarse cómo pueden conciliarse objetivos altruistas con afanes bélicos y sanciones drásticas, como las aplicadas por Washington a Caracas.

El aducido auxilio a los venezolanos está tan politizado como para dudar de los propósitos bienhechores manifestados por la administración estadounidense de Donald Trump.

Los alimentos y fármacos ruidosamente exhibidos ante las cámaras de televisión costaron 20 millones de dólares, una suma exigua comparada con el monto de las sanciones administrativas y financieras de la potencia del Norte a la Revolución Bolivariana.

Solo por las penalizaciones a la estatal PDVSA, Petróleos de Venezuela, ese país dejará de acceder a siete mil millones de dólares, una factura conveniente para atenuar dificultades de los ciudadanos sometidos a una brutal guerra económica, impulsada por la Casa Blanca.

El derroche de luces, cámaras y micrófonos en relación con la titulada ayuda para Venezuela sirve únicamente para sostener al diputado opositor Juan Guaidó.

El legislador del beligerante partido Voluntad Popular de forma inverosímil levantó su brazo en una plaza pública y se autoproclamó presidente encargado de Venezuela, sin amparo legal, ante exaltados simpatizantes.

El dúo Mike Pence-Mike Pompeo le encargó asumir ante los medios los hilos de la pomposa ayuda humanitaria y de los ataques al presidente constitucional, Nicolás Maduro, aunque detrás del “gobernante” se mueven los dólares del patrocinador.

Si todavía NO fueran suficientes los anteriores argumentos para subrayar la hipocresía de la aventura compasiva en relación con Venezuela, bastaría con detenerse en las características de la ciudad colombiana de Cúcuta.

El derechista presidente Iván Duque facilitó esa urbe como destino del denominado paquete caritativo a pesar de los problemas de la villa.

De acuerdo con el diario local La Opinión y el director de la organización Cúcuta cómo vamos, Mario Zambrano, la ciudad fronteriza tiene indicadores de pobreza inalterables, figura en los primeros lugares de desempleo y familias nativas subsisten en la informalidad e ilegalidad.

Cabría preguntarse, ¿por qué Trump NO se percata de los apremios de los cucuteños en medio de su frenesí antivenezolano?.



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