Estados Unidos quiere conminar a la ONU

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-04-12 08:54:48

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Por: Roberto Morejón

Estados Unidos maniobra para utilizar a la ONU en su conspiración contra el gobierno constitucional de Venezuela y quiere que sus miembros sean tan dóciles como una parte de los integrantes de la OEA.

La administración de Donald Trump logró imponer en el bien llamado ministerio de colonias al representante del autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, a pesar de la ilegitimidad de este último.

Sin embargo, delegaciones de países con decoro como México y Uruguay, entre otros, alertaron sobre el nefasto precedente de admitir en la OEA a un delegado de un presidente ficticio.

Con ironía el embajador de un país latinoamericano ante la OEA advirtió que con la admisión del enviado de Guaidó se abrían las puertas para que los directivos de cualquier parlamento solicitaran su ingreso a la entidad hemisférica.

Más allá del sarcasmo, lo cierto es que hasta en la servil OEA se alzan voces contrarias a los insolentes amaños de Washington para consumar el golpe de estado en Venezuela.

En la OEA, los delegados de la rica nación norteña tuvieron que escuchar demandas sobre la arbitrariedad consumada.

En efecto, para colocar a los monigotes de Guaidó era necesaria una mayoría calificada de las dos terceras partes durante una asamblea general o extraordinaria.

Estados Unidos transgredió brutalmente esas normas de la OEA y otro tanto desea hacer en la ONU para acreditar allí a los subordinados del presidente autoproclamado en una plaza pública de Caracas, sin viso reglamentario.

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, conminó a los 193 países acreditados en la ONU a aupar a Guaidó.

De acuerdo con algunas fuentes, Trump acudiría a la Asamblea General de la ONU para votar en relación con refrendar a Guaidó.

La oratoria de Pence en el Consejo de Seguridad de la ONU estuvo cuajada de falacias, apremios y descomposturas, además de amenazar a naciones como China, Rusia, Cuba e Irán.

El mismo Pence que instó a la ONU a secundar a Estados Unidos en sus diatribas antivenezolanas, reiteró que todas las opciones están sobre la mesa para obligar al presidente Nicolás Maduro a dejar su puesto.

Evidentemente, Trump, Pence, Mike Pompeo, Elliot Abrams y Marco Rubio están irritados porque sus opciones anteriores fallaron y NO lograron quebrar a las fuerzas armadas venezolanas o mellar la resistencia de ese pueblo.

La desesperación mostrada por Pence en la ONU tiene relación igualmente con el fracaso de su figurilla autoproclamada en Caracas.

La comunidad internacional debería advertirle a Estados Unidos que la ONU está lejos de ser la caja de resonancia que Washington posee en el Hemisferio Occidental, su ministerio de colonias.



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