Por: Roberto Morejón

El Estado cubano propicia la construcción y remozamiento de guarderías por su alta demanda, trascendencia en la política de empleo del país y papel en la formación de las nuevas generaciones.

Dada la importancia para el desarrollo de la nación, la ministra cubana de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, instó recientemente a ampliar las capacidades en esos recintos, llamados aquí círculos infantiles.

La titular encomió el valor de esos alojamientos, poco más de mil, donde a diario los padres entregan a sus descendientes para que un personal calificado los atienda e inicie en el mundo de la comunicación, los colores y la música.

Como la política del Ministerio de Educación prioriza el aseguramiento de las condiciones a las madres trabajadoras, colectivos de la construcción repararán este año 165 guarderías.

Con cargo al presupuesto de la nación, para 2021 está pronosticado levantar al menos un círculo infantil adicional en los 29 municipios que cuentan con uno solo.

Igualmente, el Ministerio de Educación garantizó para el año lectivo a iniciarse en septiembre venidero la base material de estudio y de vida, así como los medios didácticos y juguetes requeridos por los lugares dedicados a atender los infantes hijos de padres trabajadores.

Por ese camino, el gobierno cubano reafirma la importancia de los círculos infantiles, una iniciativa surgida al triunfo de la Revolución, cuando el líder histórico Fidel Castro le encomendó esa misión a la heroína de la Sierra Maestra, Vilma Espín.

Con su impronta, esos espacios aplicaron un concepto de género y con el tiempo afianzaron su idoneidad para educar a los representantes de la primera infancia, con la confianza de que allí reciben conocimiento y amor.

Los círculos infantiles en Cuba cumplieron en abril último su aniversario 58 y aspiran a lograr la estabilidad de su personal, ahora favorecidos con un aumento de salario, como parte de medidas gubernamentales para elevar la eficiencia de la economía.

Si hoy las mujeres cubanas representan más de 66 por ciento de los profesionales y técnicos del país es en parte por la existencia de las guarderías.

No por casualidad, la solicitud de capacidades en esas instalaciones sobrepasa las disponibilidades, no solo porque su número es insuficiente, sino por el cierre de salones a causa de plantillas incompletas.

Con la estrategia gubernamental hacia el rescate de las edificaciones, la insistencia en la formación de personal calificado y el aumento de salarios puede preverse una mejoría de las condiciones de las guarderías en Cuba.