Por María Josefina Arce
Llegó diciembre y con el La Habana se transforma, adquiere otra dinámica. Y es que en este mes tiene lugar uno de los eventos culturales más importante y esperado: el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Hasta el venidero día 15 se extenderá este evento, que abrió sus puertas en las últimas horas y en el que los cubanos podrán disfrutar de una amplia muestra de filmes de la región y de otras partes del mundo.
“La odisea de los giles”, largometraje de ficción del argentino Sebastián Borensztein, fue la película que abrió la cita cinematográfica, en la cual 167 obras, en ocho apartados, concursarán por los Premios Coral.
Cuarenta y un años hace que se inició en la capital cubana este Festival que se ha convertido en uno de los más importantes del área y al que cada vez asiste un mayor número de cineastas, actores, guionistas y otros especialistas del llamado séptimo arte.
Una muestra del prestigio con que cuenta esta cita anual es que en su cuadragésimo primera edición se recibieron MIL obras más que en años anteriores.
Durante estas décadas en La Habana se ha dado a conocer la filmografía de consagrados, pero también de quienes debutan en este apasionante mundo y que han aportado su mirada crítica sobre los acontecimientos que en 41 años han sacudido el continente.
Amplia es la temática de las películas que se presentan fuera de concurso y que representan a naciones como Argentina, Cuba, Uruguay, Chile, entre otras.
Desde el 2016 hay una muestra que atrapa a gran parte del público: la de Clásicos Restaurados y que permite, como afirmó el presidente del Festival, Iván Giroud, subrayar la importancia de salvar nuestra memoria y ofrecer a las nuevas generaciones la posibilidad de que conozcan nuestro cine.
Como ya se había anunciado desde la pasada edición, en esta ocasión se rinde homenaje al reconocido cineasta cubano Santiago Álvarez y al aniversario 60 del ICAIC, Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
El Festival de La Habana, alejado del lujo y del derroche , es hoy reconocido en el mundo por haber promovido y difundido durante más de cuatro décadas lo más genuino del arte cinematográfico de América Latina, nuestra esencia y raíces, pero además por haber dado a conocer la realidad de un continente con una mirada propia.
