Por Maria Josefina Arce
El aislamiento social que impone la COVID 19 para evitar su propagación genera un ambiente de ansiedad, angustia, preocupación e incertidumbre. Se incrementan la depresión y las acciones violentas, de hecho ya se ha reportado un aumento de las agresiones contra las mujeres en algunos países de la región.
Esta es una situación que se registra en todo el mundo, dada la convivencia prolongada o ininterrumpida en espacios reducidos. Pero incluso en muchas naciones se ha estigmatizado al personal de la salud o a los enfermos ante el miedo a la dolencia.
Una investigación realizada en China el pasado mes de marzo evidenció que una buena parte de las 53 mil personas entrevistadas dijeron haber sufrido alguna forma de angustia psicológica derivada de la COVID 19 y de sus consecuencias sociales.
En Cuba como parte del enfrentamiento a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus también se han articulado acciones de ayuda para hacer más llevadero el confinamiento y dar respuesta especializada a las interrogantes de la población.
Sicólogos de varias instituciones educacionales y científicas se han unido y brindan su asistencia profesional a los ciudadanos en las actuales circunstancias para saber cuál es la mejor manera de hacerle frente.
En cada provincia se han establecido canales como líneas telefónicas o a través de whatsApp donde se pueden aclarar inquietudes o compartir vivencias que ayuden a sobrellevar el aislamiento.
Esta iniciativa muy bien acogida e incluye varias temáticas de interés relacionadas con el adulto mayor, el personal de la salud, familias con niños y adolescentes o vinculadas con migraciones.
Cuba cuenta con experiencia en esta área. Hay un sostenido trabajo en las comunidades sobre determinados comportamientos, además de que contamos con la línea confidencial antidrogas, con alcance nacional y creada en 2002 por el Ministerio de Salud Pública para ofrecer consejería gratuita, anónima, confidencial y especializada.
Las situaciones extremas como la creada por la COVID 19 llevan a determinados comportamientos humanos que requieren ayuda; por eso las autoridades sanitarias cubanas tampoco han descuidado ese aspecto y para el bienestar de los ciudadanos han puesto a su disposición ayuda especializada.
