Ciencia cubana responde en tiempos de peligro para la salud

Editado por Maite González Martínez
2020-05-20 08:07:28

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Constata Díaz Canel avances de la ciencia en Cuba en el enfrentamiento a la Covid19. Foto / Granma

 

Por: Roberto Morejón

Con una visión aglutinadora de fuerzas y recursos, Cuba enfrenta con  resultados estimulantes la embestida de la COVID-19, contra la cual científicos, investigadores y personal experimentado de la salud juegan un papel notable.

Los medios de comunicación invitan a consagrados y talentosos hombres y mujeres de ciencia, ingenieros, licenciados, médicos, profesores universitarios y otras luminarias del saber.

Ellos hablan de modelos matemáticos, curvas de tendencia, inmunidad innata, empleo de la tecnología local SUMA y otros procedimientos.

Seguidas de cerca por altos funcionarios del gobierno, estas personas abrieron un signo esperanzador en Cuba, en medio de lúgubres pronósticos en otras latitudes sobre el impacto del virus SARS-CoV-2.

A ellas se deben productos nacionales como el Interferón Alfa 2b Humano Recombinante, el anticuerpo monoclonal Nimotuzumab, un inmunomodulador y antivirales, integrantes del protocolo de atención a pacientes contagiados.

Los expertos hablan de dos presentaciones sobre la estrategia de obtención del candidato vacunal cubano contra el SARS-CoV-2 y del programa preventivo.

En ese último ángulo, personal  trabaja en una arista interesante, el robustecimiento del sistema inmunológico de los habitantes de este archipiélago, ante la ausencia de una vacuna.

La ciencia cubana se erige en  soporte esencial del arsenal de  médicos, enfermeros y técnicos, quienes con su rigor y valentía rinden jornadas heroicas.

En las industrias, laboriosos técnicos, ingenieros y licenciados aportan asimismo insumos para la salud, como el prototipo de un ventilador pulmonar.

A analistas foráneos les asombra tales estudios y prácticas en un país pobre, sometido a un recrudecido bloqueo estadounidense.

La respuesta parte de un principio enarbolado por el líder histórico Fidel Castro, quien perfiló que el futuro del país tenía que ser necesariamente de hombres de ciencia.

Hoy trabajan en horarios de consagración microbiólogos, inmunólogos, laboratoristas y otros expertos en decenas de proyectos y en el mejoramiento de productos.

Algunos de ellos esperan por los resultados del estudio del Ministerio de Salud Pública sobre seroprevalencia, es decir, anticuerpos, y de prevalencia de la COVID-19 en una muestra representativa de la población.

Para científicos, investigadores e ingenieros van también los aplausos que los cubanos tributan en horario nocturno a los médicos.



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