Por: María Josefina Arce

Próximo a cumplir dos años de mandato, el presidente de Colombia, Iván Duque, no lo tiene fácil. Al incremento de los asesinatos de líderes sociales y ex guerrilleros y el incumplimiento de los acuerdos de paz se suma ahora la presencia de tropas estadounidenses en la nación suramericana para supuestamente ayudar en la lucha contra el narcotráfico.

Un gran debate nacional ha despertado la llegada de los soldados al territorio colombiano, calificada de anticonstitucional y una amenaza a la soberanía nacional. Varios legisladores han cuestionado la decisión del gobierno, que nunca recibió, como estipula la Carta Magna, la autorización del Congreso.

La realidad es que el enfrentamiento al tráfico de drogas ha servido históricamente de pretexto para muchos propósitos que no se ajustan a lo que se  intenta hacer creer. Ya lo vimos con el Plan Colombia que bajo el mismo engaño sirvió para acciones contra la insurgencia.

Un plan por demás, que curiosamente se instituyó entre Colombia y Estados Unidos en 1999, año en que llegaba al poder en Venezuela la Revolución Bolivariana, liderada por el fallecido presidente  Hugo Chávez.

El pasado día primero el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó a Duque frenar las operaciones militares estadounidenses y entregar al Senado toda la información relacionada con el ingreso, llegada y permanencia de los efectivos foráneos. El fallo responde a un recurso interpuesto por 25 legisladores.

El senador Antonio Sanguino, del partido Alianza Verde, calificó de muy importante la decisión del tribunal, pues el gobierno no cumplió con los pasos constitucionales cuando autorizó la entrada al país de la Brigada de Asistencia de Seguridad del ejército de Estados Unidos, que, recordó, ha participado en misiones en Afganistán y otros estados donde hay conflictos bélicos.

Lo cierto es que hay muchas interrogantes sobre el tema. La alarma ha sonado al conocerse que la unidad estará en zonas de conflicto cercanas a la frontera con Venezuela. Es bien conocido que Duque en política exterior se ha plegado a Estados Unidos y el territorio colombiano ha servido, incluso, para acciones agresivas contra el legítimo gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Las autoridades nunca informaron de la llegada de los soldados a los colombianos, quienes se enteraron por un escueto comunicado de la embajada de Estados Unidos en Bogotá.

Demasiados puntos oscuros en una historia que no cuaja. Son muchas las voces que alertan sobre posibles acciones contra Venezuela. Por lo pronto los senadores  advirtieron a Duque que se enfrenta a un posible juicio político de desobedecer el fallo del tribunal y no explicar la presencia en la nación de los efectivos norteamericanos, quienes constituyen un elemento de desestabilización en el continente.