Por: Guillermo Alvarado
La Organización Mundial de la Salud, OMS, advirtió que la pandemia de covid-19 continúa su marcha ascendente en el planeta y que a pesar del grave peligro que se corre, hay muchos gobiernos e individuos que insisten en marchar en sentido contrario a lo que se espera.
No existe hasta el momento ninguna indicación de que la enfermedad se contenga, mucho menos de que comience a retroceder y, sin embargo, dirigentes irresponsables claman por la apertura de la economía, es decir la eliminación de las medidas de protección personal y colectiva.
Un ejemplo de esto ocurre en Estados Unidos, donde gobernadores afines al presidente Donald Trump en estados como Florida y Texas se apresuraron a levantar las restricciones y retornar a la normalidad y ahora están viviendo un infierno.
A pesar de eso el magnate insiste en ignorar la gravedad de la situación y en las últimas horas arremetió contra su asesor en la crisis sanitaria, el doctor Anthony Fauci, a quien acusó de cometer muchos errores, lo que no es extraño en alguien que gusta de buscar chivos expiatorios para lavar sus culpas.
Es un hecho que las fronteras entre Estados Unidos y Canadá permanecerán cerradas hasta el 21 de agosto, 30 días más de lo acordado inicialmente.
Son cada vez más los lugares que se apresuran a restaurar las medidas de aislamiento ante el incremento de casos entre sus habitantes, mientras en otros países, como Brasil, los contagios siguen al alza sin ninguna barrera.
En todo el mundo ya hay más de 13 millones 100 mil c asos confirmados y los fallecidos son 575 mil hasta la tarde de ayer martes, si bien los expertos opinan que estas cifras están por debajo de la realidad.
De acuerdo con el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, un eventual retorno a la normalidad está todavía muy lejos. A principios de esta semana hubo 230 mil casos en 24 horas, un número impresionante.
El virus se mantiene como el enemigo número uno, dijo el funcionario y agregó que las cosas van de mal en peor.
Como si faltara más para ensombrecer el panorama, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, anunció que en América Latina y El Caribe el hambre está avanzando a niveles escalofriantes.
A pesar de ser una región con capacidad suficiente para dar comida a todos sus pobladores, ésta es el área donde la inseguridad alimentaria más crece en todo el planeta, precisó la entidad.
El horizonte es penoso, porque la pandemia hará caer las economías aún más y crecerá la pobreza, a menos que hubiese una voluntad política de cambiar el rumbo, algo que no se aprecia por ahora en la mayoría de naciones.
