No escampa en Estados Unidos

Editado por Maite González Martínez
2020-08-10 07:21:09

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Foto / El Nuevo Herald.

Por: Guillermo Alvarado

Este fin de semana el número de contagiados por la covid-19 en Estados Unidos cruzó la barrera de cinco millones de personas, con más de 162 mil fallecidos, lo cual demuestra el fracaso de la política del gobierno, si acaso hubo alguna política para combatir esta peligrosa enfermedad.

Sólo el domingo se confirmaron 57 mil 856 nuevos casos positivos, lo que demuestra la rapidez con que se está difundiendo el virus en una amplia franja que abarca desde el centro hasta la costa atlántica de esa nación.

Numerosos expertos advirtieron que la situación es tan explosiva, que ya la realización masiva de pruebas como el PCR en tiempo real resulta inútil porque entre que una persona se hace el examen y recibe el resultado, si es positivo, ha contagiado a muchos a su alrededor.

 En Estados Unidos, recordemos, no existe el aislamiento obligatorio y en algunos lugares ni siquiera el uso de la mascarilla como medida de protección y el presidente Donald Trump se opone terminantemente a cualquier norma que pueda afectar la economía, que de todas maneras está muy dañada.

La caída del Producto Interno Bruto en 9,5 por ciento durante el segundo trimestre del año es un golpe demoledor, el peor resultado en prácticamente un siglo, desde la llamada gran depresión.

Esos tres meses pusieron fin a casi cinco años de crecimiento constante, con tasas de desempleo bajas y el alza en el consumo gracias al aumento de los salarios de los trabajadores.

Ahora eso no existe y es sumamente improbable que en las 12 semanas que faltan  para las elecciones del 3 de noviembre ocurra una recuperación milagrosa, que saque a flote las intenciones de Trump de permanecer cuatro años más en la Casa Blanca.

La apuesta principal en estos momentos es el descubrimiento de una vacuna, aunque si esta apareciese y fuera efectiva, el costo es ya muy grande en la primera potencia mundial, que se ha mostrado frágil ante el coronavirus.

El torpe manejo que el imprevisible magnate está haciendo de estas dos crisis, la sanitaria y la económica, ha fortalecido a su rival, el candidato por el partido Demócrata, Joe Biden, que está haciendo la mejor estrategia posible, que es no dejarse ver para que el desgaste corra por cuenta de Trump.

A principio de año sólo el núcleo más entusiasta de los demócratas apoyaban a Biden y ahora, gracias a la trágica situación está entre diez y quince puntos arriba de su contrincante.

Claro que no sería inteligente dar por derrotado a Trump de antemano, pero hay que reconocer que ya no tiene, ni mucho menos, todas las papeletas en la mano.



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