Entender mediante la persuasión o con correctivos el peligro de la Covid-19

Editado por Maite González Martínez
2020-09-17 08:08:20

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Una policía se dirige este sábado a los manifestantes en Berlín, donde 15.000 personas protestan contra las medidas por coronavirus. Foto/El País.

Por: Roberto Morejón

Científicos y autoridades de salud alertan al mundo sobre la peligrosidad de la COVID-19, en reiteración nada ociosa ante el número de descreídos, negligentes e indóciles.

Si por un lado millones de personas aceptan el sacrificio de acatar restricciones ante el riesgo de contraer la letal enfermedad, otras se encaran.

Manifestantes alemanes rechazaron el uso de mascarillas porque en su singular criterio, transgrede derechos.

Frente al escepticismo y la osadía en ultraje a ordenanzas de bien público, los gobiernos recurren a disposiciones radicales, después de meses de campañas informativas sobre la pandemia.

En la ciudad ecuatoriana de Guayaquil afrontaron la falta de camas en hospitales y el relajamiento social con multas con un salario básico a propietarios de viviendas organizadores de reuniones. 

En Perú dictaron correctivos monetarios hasta por el equivalente de 117 dólares para pasajeros de ómnibus sin máscara.

La provincia argentina de Buenos Aires estableció severos recargos a infractores de aislamientos forzosos y otras conductas retadoras de protocolos sanitarios.

Al otro lado del Atlántico, en la veraniega Canarias donde confluyen vacacionistas emplearon penalizaciones de hasta el equivalente de 3 mil 500 dólares por prescindir de cubiertas naso-bucales.

Francia obliga a pagar una multa de unos 158 dólares a violadores de normativas y en Italia llegarían hasta los mil 176 dólares.

Uno de los países europeos más golpeados por la pandemia, Reino Unido, fijó castigos por el equivalente de 4 mil dólares a quienes reduzcan el distanciamiento físico, y poco más si quiebran la prohibición de tertulias de más de seis individuos.

La acción sigue a reportes acerca de que los casos del nuevo coronavirus entre personas de 50 a 59 años aumentaron 92 por ciento y más de 8 mil profesionales vaticinaran un segundo pico de la enfermedad en el invierno.

La llegada de esa estación preocupa en un mundo donde más de una treintena de proyectos de vacunas están avanzadas, sin llegar al mercado.

Ante esa realidad, a quienes interpretan las multas solo desde su costado represivo les queda la irritación.

Pero una parte de la Humanidad estima que para responder a la pandemia debe asumirse un modo de vida distinto, y quienes desatienden esa recomendación y exponen a los semejantes al contagio, están precisados a entrar en razones.



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