Foto: Prensa Latina

Por: Guillermo Alvarado

El Gran Polo Patriótico de Venezuela se alzó con una importante e incuestionable victoria en los comicios legislativos del domingo en ese país, pero hay fuerzas de la derecha y gobiernos alineados con Estados Unidos que se niegan a reconocer esos resultados.

No extraña para nada que la administración de Donald Trump, por boca de su secretario de Estado, Mike Pompeo, se empeñara en calificar como una farsa ese evento y pidiera a sus lacayos que se unan a Washington en ese sentido.

En realidad ni siquiera han reconocido su derrota en la batalla por la reelección y están logrando que su país sea el hazmerreír de todo el mundo, aferrados con uñas y dientes a la Casa Blanca para no dejar entrar al virtual presidente electo, Joe Biden.

Pero hay que decir que para Washington apoderarse de la Patria de Bolívar no es un mero capricho de Trump, sino un asunto estratégico porque allí están las principales reservas de crudo del planeta, además de otras materias primas y riquezas naturales, incluida el agua, algo cada vez más codiciado.

Por eso están dispuestos a mover a todos sus peones, con o sin el magnate inmobiliario en el poder, porque apoderarse del petróleo venezolano es para el imperio cosa de vida o muerte.

Lo que da pena es ver el triste papel que está haciendo la Unión Europea que, o no se ha enterado de que la colonia ya terminó y hay en América naciones libres y soberanas, o también quiere un trozo del botín.

No sirvió de nada el llamado que hizo el ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien pidió una reflexión a ese bloque continental sobre lo que va a pasar en Venezuela luego del 5 de enero, cuando entre en funciones la nueva Asamblea Nacional.

El político dijo que debieran darse cuenta de que las medidas de bloqueo y sanciones no son el camino, sino el diálogo y la cooperación.

Hay otro grupo de países que rechazan aceptar el mandato de las urnas en Venezuela, que son más o menos los mismos que doblaron las rodillas para reconocer a Guaidó por imposición de Washington.

Algunos dan lástima, pero otros mueven a la risa, tal el caso de Guatemala que tiene uno de los organismos legislativos más corrupto y desprestigiado del continente y donde la gente está en las calles hace varias semanas exigiendo la renuncia de los diputados y del presidente de la República.

En Venezuela decidió el pueblo y nadie tiene derecho a cuestionar lo que ocurrió allí y que fue avalado por observadores de muchos países y organizaciones no gubernamentales, pero bueno, ya saben ustedes que no hay peor ciego, que el que no quiere ver.