Imagen / Radio Santa Cruz
Por María Josefina Arce.
Desde 2011 en Cuba se han ido realizando transformaciones graduales en el sistema empresarial estatal, encaminadas a elevar y perfeccionar el trabajo de estas entidades, actores esenciales en el acontecer económico del país.
En ese camino en febrero de 2020 se aprobó un decreto sobre las Empresas de Alta Tecnología, que ratifica la voluntad del estado de continuar impulsando el desarrollo de la nación sobre bases científicas, que lleven a elevar la calidad de vida del pueblo.
Con estímulos fiscales y tributarios contarán estas entidades, que deberán cumplir como requisitos destinar recursos a la investigación, el desarrollo y la innovación, ser capaces de introducir en el mercado productos innovadores o mejoras tecnológicas que disminuyan costos y aumenten la productividad.
Contar con un personal altamente calificado, con un por ciento de graduados universitarios superior al 25 por ciento es otra de las condiciones a cumplir.
Y el 2021 se inició con la buena noticia de que está categoría le fue otorgada al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y la Empresa de la Industria Biotecnologíca y Farmacéutica, dos instituciones que se distinguen por la calidad y eficacia de sus productos.
Con un alto prestigio a nivel internacional cuentan estos centros, los primeros en recibir esta condición.
Podría pensarse que esta certificación solo está referida a entidades que desarrollan y operan con las tecnologías más avanzadas como la biotecnología, la informática y la robótica, pero las autoridades afirman que hay empresas de otros campos que pueden optar por esta categoría.
En ese sentido la titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya, aseguró que contamos con instituciones en otros sectores como el industrial y el agropecuario que también pueden ser catalogadas como Empresas de Alta Tecnología.
Es una meta del gobierno la promoción de estas organizaciones que mucho pueden aportar a la creación de nuevos productos y servicios que redundarán en beneficio de la población.
Gracias al empeño del líder histórico de la revolución Fidel Castro de convertir a Cuba en un país de ciencia, hoy contamos con una base científica de alta calidad que abre el camino a la conformación de estas empresas que mucho pueden tributar a la construcción de una sociedad más próspera y sostenible.
