Por: Guillermo Alvarado
 

La OMS reconoció que los programas de vacunación comenzaron desde hace aproximadamente un mes en 46 naciones.

Organizaciones internacionales instaron a que la distribución de las vacunas contra la covid-19, enfermedad que ya infectó a 92,3 millones de personas y mató a 1,98 millones, se haga de la manera más equitativa posible para que llegue hasta las poblaciones más desfavorecidas en el planeta.

Desafortunadamente la tendencia hasta ahora es que los inmunizantes ya autorizados se están concentrando en los países desarrollados, mientras las naciones menos avanzadas se quedan al margen.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, reconoció que los programas de vacunación comenzaron desde hace aproximadamente un mes en 46 naciones y se benefició ya a cerca de 48 millones de personas.

Sin embargo, una mirada más cercana a este proceso revela las profundas desigualdades que existen, pues hasta el momento el 95 por ciento de los inmunizantes están concentrado solo en 10 Estados.

De acuerdo con un sitio web especializado en manejo de datos, se trata de Estados Unidos, China, Reino Unido, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Italia, Rusia, Alemania, España y Canadá.

El funcionario de la OMS, Hanz Kluge, dijo que es necesario que se brinde apoyo al acceso y despliegue generalizado de estos preparados.

Por ahora en nuestra región son México y Argentina los que marchan a la cabeza de este proceso.

Durante una reciente reunión de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y El Caribe, CEPAL, se destacó la importancia de contribuir a que en todos los países del área se tenga la cantidad necesaria de dosis.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de esa entidad recordó que el año pasado estuvo marcado por una “crisis de proporciones históricas”, que dejó profundas huellas en la sociedad.

Agregó que no basta tener la vacuna, pues lo que viene es un desafío enorme para hacerla llegar a la gente en todos los países y no se quede sólo en los desarrollados que ya la han acaparado.

Como consecuencia de la recesión causada por la pandemia, hay 209 millones de seres humanos con al menos una necesidad básica insatisfecha, es decir uno de cada tres habitantes de América Latina y El Caribe.

La caída de 7,7 puntos en el Producto Interno Bruto representó un retroceso de diez años en términos económicos, pero desde el punto de vista de la pobreza son dos décadas de esfuerzos perdidos, precisó Bárcena.

Ahora se trata de resolver la crisis sanitaria con una distribución justa de las vacunas, pero no para volver a lo mismo, sino construir relaciones económicas y sociales de nuevo tipo, que eviten en el futuro caídas como la actual.