Por: María Josefina Arce.
Imagen ilustrativa tomada del sitio CubavsBloqueo
En una de sus esclarecedoras reflexiones el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, afirmó que luchar por la paz es el deber más sagrado de cada ser humano, independientemente de su religión, país de nacimiento, color de piel o edad.
Y bajo su guía o enseñanzas, Cuba siempre ha sido defensora de la paz y seguridad internacionales, con su actitud solidaria y respetuosa de la integridad y soberanía de los diversos pueblos.
En su capital, La Habana, en 2014 promovió la declaratoria de América Latina y el Caribe como zona de paz, durante la Segunda Cumbre de la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Desde 2012 por demás, fue sede de las conversaciones entre el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y la ex guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, que culminaron con la firma de un acuerdo llamado a poner fin a un conflicto armado de más de cinco décadas que dejó unas 220 MIL víctimas fatales.
En esa ocasión tanto el gobierno como las fuerzas insurgentes resaltaron la seriedad y profesionalismo de Cuba como país garante y sede del diálogo.
Ahora senadores colombianos de la oposición destacaron el papel desempeñado por la Mayor de las Antillas en la búsqueda de la paz en la nación suramericana.
Los legisladores reconocen las tareas de facilitación y servicio desarrolladas por las autoridades cubanas como mediadores en procesos de diálogos.
Pero la paz es más que la ausencia de la guerra, va acompañada con el desarrollo económico y social, justicia y equidad para todos.
Por eso Cuba ha defendido en diversas tribunas internacionales el derecho de los países más pobres a su avance socioeconómico, al acceso de sus ciudadanos a la salud, la educación, la alimentación y el agua potable.
Cómo presidenta pro tempore de organizaciones como la CELAC y el Movimiento de Países NO Alineados, ha promovido iniciativas sociales a favor de los más humildes.
Profesionales de la salud, pedagogos, constructores y trabajadores de otras ramas han dejado su huella en numerosas naciones, donde han contribuido a elevar las condiciones de vida de innumerables personas.
Los cubanos, haciendo honor de su vocación solidaria, han socorrido a otros estados ante la ocurrencia de desastres naturales. Ahora con la compleja situación mundial por la COVID 19, médicos, enfermeras y otros trabajadores sanitarios han ayudado al enfrentamiento a la pandemia, incluso en países industrializados.
Cuba es una nación de paz, y la defensa de este precepto guía su accionar desde el triunfo de la revolución hace más de seis décadas.
