Invasiones mambisas vs trochas coloniales

Editado por Martha Ríos
2017-11-29 14:29:37

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Mambises. Foto tomada de Internet

Por Jorge Wejebe Cobo

La madrugada del 29 de noviembre de 1895 fue tranquila en la sección de Ciego de Ávila de la trocha militar de Júcaro a Morón y los soldados colonialistas se aprestaban a  la formación matinal, cuando fue interrumpida inesperadamente por la orden de fuego contra una columna insurrecta, con Antonio Maceo al frente que atravesó a bandera desplegada y sin una baja  la línea de fuertes hacia el Occidente al grito de ¡Viva Cuba libre!

Sin embargo, este éxito no se basó simplemente en la improvisación y la suerte. Pocos días antes, Maceo y su tropa se encontraban al otro extremo de la trocha en la región de la ciudad de Morón, donde se hizo msentir ante las guarniciones del lugar que no tardaron en correr la noticia del probable intento del jefe mambí de violentar la línea  por ese punto, lo cual motivó el envío de refuerzos y el incremento de la vigilancia.

Para entonces, el Titán de Bronce y su contingente invasor a toda marcha se dirigió hacia Ciego de Ávila y frente a esa región exploró el orden de los fuertes, línea de ferrocarril,  trincheras, emboscadas, alambradas y demás posiciones españolas que guarecían la zona y preparó cuidadosamente la operación utilizando a los colaboradores de la inteligencia mambisa, campesinos conocedores del terreno que identificaron los lugares más seguros para ocultar las tropas y realizar el cruce.

El general José Miró Argenter, jefe del Estado Mayor de Maceo y testigo excepcional del hecho, escribió en sus memorias que el 29 estaban junto a la trocha, sin ser detectados por los españoles y destruyeron una alambrada por la que avanzó la vanguardia que controló los lados de la línea férrea paralela a la trocha, y “poco después el centro ocupó los terraplenes de la vía para resguardar la pasada de la impedimenta, operación en la que se empleó más de media hora”.

Precisó que “entonces el enemigo rompió el fuego desde uno de los fuertes,(…) al que respondió nuestra gente con vivas atronadores (porque no valía la pena gastar pólvora) y con las notas marciales del himno bayamés, que apagaron el tiroteo de los fortines.”

La estrategia hispana de levantar una trocha que impidiera a las tropas cubanas llevar del oriente la lucha hacia el centro y el occidente de la Isla se aplicó desde los inicios de la Guerra de los Diez Años en 1868, para evitar la destrucción de  la riqueza agrícola y azucarera de la Isla establecida en esas regiones y que era el principal sostén del esfuerzo bélico colonialista, además de garantizar la seguridad de la capital del país.

Pero la línea defensiva desde aquella contienda fue vulnerada y demostró su ineficacia, no obstante el mando colonialista no sacó experiencia y no tuvo otra idea más original que recurrir a la misma estrategia al comenzar  la Guerra Necesaria de 1895.

Poco antes del cruce de la trocha por el Titán de Bronce lo había hecho el contingente del Generalísimo Máximo Gómez y otros jefes mambises que combatían en el centro y abrían las puertas hacia la provincia habanera y en esta ocasión la invasión mambisa llegaría hasta el extremo más occidental, a Mantua, en Pinar del Río, conducida por Maceo.

Posteriormente, a finales de 1896, el Lugarteniente General burló la trocha de Mariel a Majana, que tenía el objetivo de aislarlo en Pinar del Río, junto a un pequeño grupo en un bote por la Bahía del Mariel, con el propósito de trasladarse de nuevo  a la región habanera y el centro del país para incrementar la lucha, lo que resultó impedido por su caída el siete de diciembre de 1896.

Las invasiones mambisas vs trochas coloniales demostraron que la obsesión colonialista de levantar ese tipo de obstáculos para impedir el avance del Ejército Libertador no tuvieron el éxito esperado por las fuerzas colonialistas.

(Tomado de la ACN)



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