La discapacidad no es limitante en Cuba

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-08-10 09:30:06

Pinterest
Telegram
Linkedin
WhatsApp
Foto: Yannier Torres Veloso/ACN.

Por: Lubia Ulloa Trujillo

Ciego de Ávila, 10 ago (RHC) Aunque queda por avanzar, Cuba es un país donde prevalece el respeto a los derechos individuales y colectivos.

Yannier Torres Veloso y Celiany Batista Ulloa son dos ejemplos, de los muchos que existen, de cuántos privilegios en materia de no discriminación de cualquier tipo gozan quienes habitan la nación caribeña.

Ambos jóvenes, pobladores del municipio de Majagua, en la provincia cubana de Ciego de Ávila, viven sin el miembro inferior izquierdo, él por un accidente doméstico cuando apenas tenía 10 años, ella por padecer de cáncer en los huesos a los 14 años, pero esa limitante no ha sido impedimento para abrirse camino y cumplir sus deseos.

Desde pequeño practicaba natación, boxeo, lucha y voleibol, lo mío era liberar energías, y todos en mi familia sabían que el deporte, cualquiera que fuera, era mi vida, por eso después del accidente nadie se interpuso a que siguiera, dice Yannier.

Y es que en la actual Constitución de la República y en el Proyecto de Constitución, que en los venideros días se llevará a consulta popular, está expresada la prevalencia de los derechos y libertades reconocidos en la Declaración Universal y otros instrumentos internacionales de derechos humanos.

Este majagüense en los grados de primaria y secundaria disfrutó, aún con su discapacidad, de exploraciones pioneriles y programas A Jugar, y participó en competencias de natación, baloncesto, atletismo, tenis de mesa y ajedrez.

En esas lides alcanzó primeros lugares, avales que le valieron recibir una beca para cursar el onceno y duodécimo grados en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Marina Samuel Noble, del territorio.

Por sus resultados terminó el doce grado en la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA), oportunidad que aprovechó para optar por la Licenciatura en Cultura Física, de la cual se graduó en 2009, año en el que fue invitado a un Máster en natación en Varadero, evento internacional en el que alcanzó medalla de bronce.

“En Cuba mi discapacidad no es limitante alguna para seguir con mis sueños, vivo sin prejuicios, y ahora que soy un profesional mucho menos, tengo prestigio en lo que hago pues he sido profesor de varias disciplinas, metodólogo, y actualmente soy director de un combinado deportivo”.

Pertenezco al ejecutivo de la Asociación Cubana de Limitados Físicos-Motores (ACLIFIM), por la cual participé este mes de agosto en el evento zonal nacional de voleibol sentado, con sede en Cienfuegos, allí jugué como capitán del equipo masculino, que logró la medalla de bronce, y fui el entrenador de las féminas, ocupantes de la segunda plaza, refiere con orgullo visible este joven de 34 años.

Mis derechos siempre han sido respetados, y lo digo con propiedad, porque además de llegar a tener un título universitario estoy estudiando para obtener mi grado de máster en Cultura Física y el gobierno me otorgó un subsidio para construir una vivienda porque pronto seré padre por segunda ocasión, alega Yannier.

Foto: Yannier Torres Veloso/ACN.

Por su parte Celiany manifiesta ser privilegiada de vivir en un país que no escatima esfuerzos para lograr vacunas, que, aunque no curan el cáncer, consiguen la reducción de los tumores y permiten una etapa estable en el afectado.

No sé cuántos recursos el país invirtió para garantizarme todos los medicamentos que llevaba en cada ciclo de citostáticos, que por 11 meses recibí hace seis años, comenta la avileña, que terminó su tercer año de Licenciatura en Comunicación Social.

Tampoco imagino la cantidad de materiales que en los laboratorios de ortopedia CUBA-RDA, de La Habana y el de mi provincia, utilizan para fabricarme cada vez que la necesito, una prótesis, lo más parecida posible a mi pierna izquierda.

Durante ese periodo se me garantizaron los servicios de ambulancia del territorio para el traslado al Instituto de Oncología y Radiobiología (INOR) en la capital cubana, donde recibí las consultas y los tratamientos, y ahora que voy una vez al año me dan prioridad para obtener el pasaje, afirma Celiany.

“Soy feliz, porque, aunque tuve que sortear algunas barreras y no precisamente arquitectónicas, sino sicológicas, pues siempre hubo quien dudó de mis fuerzas para estar becada, estudio en la universidad Marta Abreu, de Villa Clara, una de las mejores en Cuba”.

Quizás en otro país Yannier y Celiany fueran dos marginados, pero en Cuba las personas con discapacidad constituyen una prioridad y se desarrollan acciones para la elevación de su calidad de vida y la equiparación de oportunidades que incluyen la incorporación al empleo y la accesibilidad, entre otros aspectos, como garantías para su integración social. (Fuente:ACN)



Comentarios


Deja un comentario
Todos los campos son requeridos
No será publicado
captcha challenge
up