Bolsonaro: el peligro que acecha

Editado por Maite González Martínez
2018-11-12 12:05:43

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Imagen ilustrativa, foto archivo.

^Por: Daina Caballero

La Habana, 12 Nov (Granma) El presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, ha sido comparado con figuras como la de Donald Trump o Pinochet. También hay quienes lo consideran la expresión renovada del fascismo internacional, sin duda un asunto que cuidar dentro de Brasil y en los predios del continente latinoamericano.

La política exterior de Jair Bolsonaro será uno de los temas a seguir. Durante la campaña electoral, el político habló de prohibir el “sesgo ideológico” en la diplomacia y hasta de salir de la ONU, pero pese a que el presidente electo y sus aliados han dado indicios de que adoptarán posiciones diferentes a las actuales, los nuevos rumbos internacionales de Brasil son todavía especulaciones.

No obstante, a inicios de este mes Bolsonaro informó sobre la determinación de su próximo gobierno de mudar la embajada de Brasil con sede en Tel Aviv, localidad de Israel, a Jerusalén, territorio en disputa con Palestina.

Sin duda otra manera de seguir los pasos del señor del norte. Esta, como otras acciones que han llegado de mano de Bolsonaro y que seguirán llegando, obedecen a la intención de imitar los movimientos de política exterior que ha venido aplicando Estados Unidos con la administración Trump.

Además de trasladar la embajada a Jerusalén, anunció que planea cerrar la embajada de Brasilia en Palestina, y ha dicho: “¿Es Palestina un país? Palestina primero tiene que ser un país para luego tener derecho a una embajada”.

Con respecto a Venezuela, el presidente electo solo detalló que su embajador se encuentra en Brasil y la Embajada ya fue desactivada, “no tenemos más contacto”. Antes del anuncio el vicepresidente electo, Hamilton Mourao, hizo referencia a una política de presión contra Venezuela.

Asimismo se cuestionó mantener las relaciones diplomáticas con Cuba.

Durante una entrevista, Bolsonaro se mostró irónico al preguntar qué negocios pueden hacer con el archipiélago caribeño. “Mire, respetuosamente, ¿qué negocio podemos hacer con Cuba? ¿Hablamos de derechos humanos?”, dijo tras ser cuestionado sobre si prevé cerrar su Embajada en La Habana.

El ultraderechista criticó también que en Brasil haya unos 11 000 médicos cubanos trabajando en las regiones pobres de la nación sudamericana.

Las declaraciones de Bolsonaro se producen luego de que el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, se refirió a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, como la «troika del mal», entonces, ¿todo forma parte de la misma retórica impuesta?

Más allá de sus declaraciones xenófobas, discriminatorias y ofensivas durante su campaña electoral, Bolsonaro se vislumbraba como el hombre que hundiría a su país aún más en las políticas neoliberales. Se conoce de su admiración por la desenfrenada forma de gobernar del presidente norteamericano, de sus relaciones con el senador Marco Rubio, en fin, se conoce de su sumisión al dinero.

Inicialmente, Bolsonaro adoptó un discurso muy similar al de Trump en Estados Unidos, al hablar, por ejemplo, de la salida de algunos órganos de la Organización de las Naciones Unidas, como la Unesco y el Consejo de Derechos Humanos y la salida del Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Bolsonaro ha excluido a las mujeres y los afroamericanos de su equipo de trabajo, ha vetado a la prensa nacional, ha dicho que eliminará el Ministerio de Trabajo de Brasil, un país donde falta el empleo para más de 27 millones de personas, ha afirmado que va a empezar a concebir a los movimientos sociales como enemigos internos, como peligrosos terroristas que habrá que combatir con leyes especiales. A eso se enfrenta el gigante sudamericano y con él, toda América Latina. (Fuente/Granma)



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