Todos los derechos para todas las personas

Editado por Bárbara Gómez
2019-05-16 21:58:25

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Por: Alina M. Lotti.CubaSí.

Premisa indispensable para concebir la felicidad. Así lo ratifican las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia.

Para Manuel Vázquez Seijido, subdirector del Centro Nacional de Educación Sexual -Cenesex-, lo que se ha avanzado desde el punto de vista jurídico-legislativo en cuanto a la NO discriminación por orientación sexual e identidad de género «no ha caído del cielo», sino en ello mucho ha tenido que ver la sostenida labor de la institución que representa.

                                        Manuel Vázquez Seijido, subdirector del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

Entrevistado por CubaSí a propósito de la 12ma. edición de las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia —del 7 al 18 de mayo—, el también coordinador del comité organizador manifestó que este año se desarrollan en un contexto particular, teniendo en cuenta la proclamación de un nuevo texto constitucional.

Subrayó que, por primera vez, se visibilizan de modo general los derechos sexuales y, en particular, los de las personas LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales).

«Estamos hablando de la proscripción de toda discriminación por orientación sexual e identidad de género, expresado en el Artículo 42 de la Carta Magna, y también en el Artículo 82, sobre la institución matrimonial, el cual borra la distinción entre hombres y mujeres y, por lo tanto, garantiza el acceso por igual de las personas a formalizar su unión.

«Hoy hay una regulación con relación a estos derechos que antes no existía y, por supuesto, ello va a marcar definitivamente un punto de viraje en todo lo que se hace en cuanto a la educación de la sexualidad, la salud y los derechos sexuales».

Explicó que en ese contexto es que hoy se insertan estas Jornadas con el lema «Reescribe la felicidad. Todos los derechos para todas las personas».

«El comité organizador decidió extender el tema a dos años —al igual que en ediciones anteriores—, precisamente para continuar el proceso iniciado con la Reforma Constitucional y que continuará con otras modificaciones legislativas.

«No solo estamos mirando lo que acaba de suceder con la Constitución, sino lo que va a ocurrir con el resto de las normas jurídicas, sobre todo con el Código de Familia, el cual va a contemplar un grupo importante de contenidos, constitucionalmente regulados, relacionados con los derechos sexuales de las personas.

«Estoy pensando, quizás, en los temas de filiación (no tienen que ver solo con las personas LGBTI, pero las incluye); en la regulación más específica del matrimonio sin discriminación por género; en los temas asociados a la formación de distintas familias, alejadas de las configuraciones hegemónicas, heteronormativas; en la reproducción asistida como una manera de conformar familias, de generar vínculos filiatorios que no están asociados (necesariamente) a la adopción tradicional o al hecho natural de tener hijos.

«También en otras ampliaciones de derechos, como es el caso de los abuelos u otros familiares, a los cuales anteriormente no les era reconocida la participación activa en las dinámicas familiares, en términos de cuidados y responsabilidades».

¿Qué saldo dejan estas Jornadas?

«Las Jornadas llaman la atención sobre los contextos discriminatorios. Por eso, a lo primero que dedicamos una campaña fue a la familia, que debe ser un espacio de amor, de protección, de apoyo; donde la igualdad adquiere una importancia particular. Sin embargo, contrario a ello, encontramos experiencias de personas LGBTI que identifican en la familia la primera exclusión, el primer olvido.  

«Luego, nos detuvimos en los espacios laborales, fundamentales por el vínculo con la vida de las personas, y también en el ámbito escolar, por la conexión tan relevante que tiene con la dignidad de las personas y el desarrollo del ser humano. Estos son los antecedentes más cercanos de las Jornadas.

«Creo que los saldos son positivos en varios sentidos, y entre los más importantes está que el Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030 incluyó los temas de orientación sexual e identidad de género; es decir, que es política del Estado cubano luchar contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género.
 
«Evidentemente, eso no cae del cielo, no se construye sin la existencia de procesos de transformación que hayan propiciado ubicar el asunto entre las prioridades. Y en esa propia línea continuó la Constitución.

«El hecho de que el Anteproyecto que se sometió a debate en la Asamblea Nacional —y que después fuera analizado por la población en diferentes espacios— contemplara la NO discriminación por orientación sexual e identidad de género, y el matrimonio sin distinción, es resultado de la labor educativa que durante muchos años viene desarrollando el Centro, en alianza con otros organismos e instituciones de la sociedad civil.

«Ello, quizás, es lo más visible, pero hay un montón de experiencias favorables, como el apoyo de los diferentes ministerios (Salud Pública, Educación, Educación Superior y otros), así como centros, instituciones y líderes sindicales.

«También ha ido en aumento el número de personas que vienen al Centro a buscar orientación y ayuda. Estos son elementos que nos permiten ver que hoy se han ido derrumbando esos monolitos culturales que favorecen las discriminaciones».

¿Insatisfacciones?

«¡Un montón! Por ejemplo, todavía no logramos todos los impactos que queremos. Nos faltan espacios donde debemos estar presentes; deseamos más resultados en términos de formación en las instituciones del Ministerio del Interior, como la Policía; los establecimientos penitenciarios.

«Tampoco estamos satisfechos con lo realizado en el Ministerio de Educación Superior; ahí queremos llegar de una mejor manera, incidiendo en los procesos formativos de los formadores, pero también de los estudiantes universitarios.

«Nos gustaría trabajar más con las organizaciones de estudiantes, con la Unión de Jóvenes Comunistas, la Federación de Estudiantes Universitarios, la Organización de Pioneros José Martí; porque de la educación integral de la sexualidad podemos hablar con las pautas que requiere cada edad y grupo poblacional.

«Necesitamos incrementar las acciones de capacitación con el sector jurídico; es decir, el Tribunal Supremo Popular, la Fiscalía General de la República, la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, pues no es suficiente la experiencia formativa que desarrollamos con la Unión Nacional de Juristas. Es importante contar con operadores del Derecho sensibilizados y, por supuesto, competentes, para un mejor desempeño.

«Insatisfacciones siempre vamos a tener, pues los procesos de transformación cultural son complejos. Puedo hablar de lo mucho que hemos avanzado, pero, al mismo tiempo, de lo que nos queda por hacer».

 



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