Serafín Sánchez, pilar de la unidad revolucionaria

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-11-19 09:54:52

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Foto: Radio Reloj.

Por: Marilys Suárez Moreno

La Habana, 19 nov (RHC) La tarde del 18 de noviembre de 1896 resultó aciaga para el Ejército Libertador. El Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, el valiente espirituano participante de las tres guerras por la independencia, había caído en combate.

En el Paso de las Damas, Sancti Spíritus, se enfrentó con 800 hombres a una columna enemiga de más de 3 mil efectivos.

Mientras disponía la retirada ordenada de sus huestes, una bala le atravesó el cuerpo.

Semanas antes, Sánchez Valdivia había cruzado por última vez la trocha de Júcaro a Morón. Hombre caballeroso y de sólidos méritos personales, se fue a la manigua con apenas 22 años, destacándose como un militar de gran entereza.

Exilio impaciente

Serafín Sánchez se desempeñaba como maestro en Morón cuando se alzó en armas a inicios de 1869.

Tras sus primeros hechos de armas pasó a Camagüey a combatir bajo las órdenes del Mayor General Ignacio Agramonte, a quien acompañaba el trágico día del combate en Jimaguayú. Dolido como estaba, intentó una nueva acometida, lo que impidió el General Gómez para evitar su muerte inútil.

Opuesto a la paz sin independencia, volvió a alzarse en 1879, cuando la Guerra Chiquita.

Un año después llegaba a República Dominicana, donde publicó exaltados artículos y versos hasta que, en 1891, viajó a Nueva York para entrevistarse con Martí, quien vio en él un factor aglutinador para la unidad revolucionaria.

El Paladín espirituano

Pieza clave en el encuentro entre Gómez y Martí, Serafín Sánchez, a recomendación del Maestro, marchó a Cayo Hueso, donde se hizo tabaquero.

Con Martí trabajó en la organización de la Guerra Necesaria, creó clubes de emigrados y se adhirió al Partido Revolucionario Cubano.

En 1895 el Mayor General Sánchez Valdivia desembarcaba junto al polaco Carlos Roloff en un punto de Sancti Spíritus para enrolarse otra vez en la lucha, derrochando coraje en combates como Mal Tiempo, Calimete y Coliseo.

Designado por Gómez y Maceo inspector general del Ejército, cumplió cabalmente hasta que Gómez lo envió a Las Villas a organizar la región. A la muerte de El Paladín, éste expreso:”Si pudiera morir con un hombre, habría muerto con el Mayor Serafín Sánchez”. (Fuente: Radio Reloj)



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