Katowice, 3 dic (RHC) Este domingo fue inaugurada la vigésimocuarta Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP 24), que sesionará durante dos semanas en la ciudad de Katowice, Polonia.
El evento tiene la encomienda de acordar las acciones colectivas que pongan freno, de modo urgente, al grave trastorno del calentamiento global.
Desde 1992 la Organización de Naciones Unidas se trazó el propósito de detener la continuada alza de la temperatura de la Tierra, provocada por la creciente concentración en la atmósfera de los gases de efecto invernadero (GEI). En aquel año desarrolló en la ciudad brasileña de Río de Janeiro la denominada Cumbre de la Tierra, donde se adoptó la Convención Marco sobre el Cambio Climático, que tiene como objetivo principal limitar la emisión de los nocivos gases, informa el periódico Trabajadores.
Sin embargo, a pesar de la Convención y de la reunión que cada año efectúa la ONU para dar seguimiento a sus propósitos, la emisión de los GEI ha continuado en aumento, y con ello también la temperatura del planeta, que ha subido en un grado Celcius (ºC) desde la época preindustrial, provocando graves alteraciones medioambientales.
Ante tal situación, la Conferencia anual realizada en la capital francesa en el 2015 adoptó el llamado Acuerdo de París, que entre otras medidas llama a mantener el alza de la temperatura mundial por debajo de los 2 ºC, e insta a evitar que supere los 1.5 ºC. No obstante, el cronograma de acciones acordado entonces muestra un cumplimiento muy por debajo de lo previsto, según la propia ONU.
Por añadidura, este octubre el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC), ente de Naciones Unidas que la provee de evaluaciones científicas sobre el dañino fenómeno, divulgó un informe donde advierte sobre la necesidad imperiosa de limitar el calentamiento hasta 1,5 ºC y expone vías para lograrlo, varias de las cuales requieren ser aplicadas con urgencia.
Superar el límite de 1,5 ºC, afirma el IPCC, conllevaría un mayor incremento del calor extremo, las lluvias torrenciales y las sequías; y también, entre otras catastróficas consecuencias, a más extinción de las especies y las afectaciones a la salud humana, suministros de agua, producción de alimentos y crecimiento económico, con un impacto especialmente negativo sobre las poblaciones humanas más pobres y vulnerables del planeta.
El cambio climático en curso representa una amenaza no solo para la humanidad, sino para la vida en la Tierra. Baste citar que, según expertos, debido al cambio climático el ritmo de extinción de las especies de plantas y animales se acelera, y es hoy mil veces superior a la media histórica.
En consecuencia, el objetivo central del evento en Katowice consiste en culminar la instrumentación del Acuerdo de París para garantizar su segura aplicación a partir del 2020, a cuyos efectos han sido convocados todos los Estados del orbe, así como numerosos especialistas y organizaciones.
Observadores advierten sobre potenciales peligros que acechan en la ciudad polaca, el más significativo de los cuales quizás sea el papel que pudiera desempeñar allí Estados Unidos, considerando el escepticismo que ante el cambio climático manifiesta su presidente, Donald Trump, quien dispuso la retirada de su país del citado Acuerdo.
Sin descartar otros fines, con dicha acción Washington evadiría hacer aportes a la solución del problema, que pudieran ser significativos dada su condición de primera potencia económica mundial; también esquivaría la obligación moral que tiene con toda la humanidad, por ser la nación con la mayor contribución histórica a la destrucción de nuestra común atmósfera; y además se consideraría sin ataduras para continuar depredando la naturaleza mundial.
Pero por sobre los irracionales egoísmos que la acechan, Katowice también significa una nueva oportunidad para la vida, que por infinitas razones debiera ser aprovechada.
(Trabajadores)
