Montevideo, 18 de feb (RHC) La descortesía de no invitar a representantes gubernamentales de Venezuela, Cuba y Nicaragua a la toma de posesión del presidente electo de Uruguay Luis Lacalle Pou, y de cursar invitación a la presidenta de facto de Bolivia Jeannine Añez, sienta una posición de enfrentamiento hacia los procesos progresistas en la región y de alineación a los mandatos del imperialismo estadounidense.

Por tal razón, el Frente Amplio de Uruguay condenó en un comunicado tales ausencias  en la transmisión del mando presidencial en Montevideo el 1 de marzo venidero y señaló que ello contradice la no ideologización de las relaciones diplomáticas entre los estados; sienta un pernicioso precedente en lo que refiere al respeto de la soberanía de las naciones y expone al país sudamericano a eventuales consecuencias en las distintas dimensiones del relacionamiento con las demás naciones.

A su vez, como conclusión, esa fuerza política uruguaya reitera sus sentimientos de amistad y solidaridad con los pueblos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, así como de respeto a la soberanía de dichos Estados.

El Frente Amplio, obtuvo la mayor cantidad de votos como bancada en el Parlamento y tendrá  que realizar una fuerte oposición para salvaguardar las conquistas sociales de las capas populares ante la tendencia de derecha que se instaló en la presidencia.
Esta agrupación se mantuvo en la presidencia durante 15 años, en el que defendió medidas de alcance popular en beneficio de la igualdad en los uruguayos.

En la arena internacional tuvo posiciones alternativas a las políticas imperiales dictadas por la Casa Blanca. Hoy está representado en el Parlamento del Uruguay por 42 diputados y 13 senadores para el periodo 2020 – 2025.

En contraposición, el nuevo jefe del gobierno propuso durante su mandato modificaciones a la Seguridad, Educación, Desarrollo Social y Salud, Economía y Empresas Públicas, Eficiencia del Estado, Sector Agropecuario, Relaciones Laborales y Seguridad Social, Emergencia en la Vivienda e Inteligencia Estratégica del Estado, en un paquete de más de 450 medidas, en detrimento del pueblo.

Hoy las fuerzas populares anuncian movilizaciones para contrarrestar la posible aplicación de una agenda neoliberal en Uruguay. Ellos son conscientes de que serán testigos de paquetes de ajustes económicos para dar mayores ganancias a la burguesía nacional y la capital extranjero.