Washington, 21 abr (Reuters).- La crisis sanitaria generada por el Covid-19 en Estados Unidos y el impacto de las medidas de confinamiento en el país le están pasando factura política al presidente Donald Trump en sus pretensiones de ser reelegido en noviembre.
Según Gallup, 54% de ciudadanos desaprueban su gestión.
Hasta hace una semana, la aprobación de la gestión del presidente Donald Trump iba en alza. Pero ya son 40.000 víctimas mortales por el coronavirus en la Unión Americana y a medida que crecen los números, el presidente Donald Trump pierde puntos en los sondeos públicos.
La encuestadora Gallup le da un 54 % de desaprobación en general y un 43 % de aprobación, seis puntos menos que la anterior encuesta del 14 de abril.
Y esto se refleja de cara a la elección general: en ocho encuestas recopiladas por el sitio Real Clear Politics, Trump pierde con el candidato demócrata Joe Biden y sólo empata con él en el sondeo publicado por la cadena de noticias conservadora Fox News.
En la encuesta publicada por CNN, un medio de comunicación que es objeto constante de los ataques del mandatario, Trump pierde por 11 puntos de diferencia y en promedio está 5.8% por debajo de su rival.
Una semana de pesadilla para Trump
Los resultados reflejan el malestar general por el crecimiento de las víctimas fatales producto de la pandemia. Ya son más de 40.000 los muertos y apenas este domingo 19 de abril el país registró 1.997 muertes.
Las cifras diarias de muertes en Nueva York se cuentan por centenares. El alcalde de esa ciudad, el demócrata Bill de Blasio, acusa al mandatario de haberle dado la espalda a su ciudad.
“Es tan sencillo como esto, el presidente Donald Trump puede salvar la ciudad que ha sido su hogar o puede dar la espalda y fracasar en proteger a los neoyorkinos. Ahora usted está fracasando en proteger a la gente con la que creció”, dijo.
De Blasio ha denunciado en repetidas ocasiones que es insuficiencia del apoyo federal y el poco respaldo para lidiar con la emergencia, que en localidades como la de Queens es dramática.
Mientras tanto, el presidente Trump ha tenido choques con periodistas que insisten en preguntarle sobre su respuesta en el mes de febrero cuando la crisis ya era un hecho y las múltiples declaraciones en las que minimizó el riesgo del Covid.
La economía, contagiada
Desde el comienzo del gobierno, el presidente Donald Trump ha hecho de la bonanza económica su bandera. Ahora, ante la amenaza de una profunda recesión y con 22 millones de personas desempleadas por la crisis, el panorama es distinto.
El presidente ha empezado a buscar responsables de la crisis fuera de sus fronteras. Esta semana suspendió los aportes económicos de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la acusó de ser cómplice de China en "ocultar información" sobre el brote y además, amenazó al gigante asiático de "serias consecuencias" si se demostraba que el virus salió por error de un laboratorio y no de un mercado de Wuhan.
Todavía falta camino hasta las elecciones de noviembre, pero si la crisis de salud pública no alivia y la inminente recesión golpea los bolsillos de los estadounidenses, será muy difícil que el mandatario logre lo que parecía seguro hasta hace unas semanas: quedarse en la Casa Blanca.
