Se reúne Díaz-Canel con representantes religiosos y de asociaciones fraternales de Cuba

Editado por Julio Pérez
2016-07-15 06:54:15

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Diáz-Canel recibe regalo para Fidel Castro del Consejo de Iglesias.  Foto:  Juvenal Balán

La Habana, 15 jul (RHC) Más de treinta años habían pasado del primer encuentro entre el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y líderes ecuménicos cubanos —en noviembre de 1984—, cuando este jueves, aunados por la celebración del aniversario 75 del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), una vez más volvió a concretarse la tradición de diálogo y concertación de desafíos futuros, entre representantes de instituciones religiosas y asociaciones fraternales y la máxima dirección del país.

Momento de singular simbolismo significó entonces la lectura, por el reverendo Pablo Odén Marichal, coordinador de la Pla­ta­for­ma Interreligiosa Cubana, de una carta de felicitación enviada por el CIC al líder de la Revolución Fidel Castro en su 90 cumpleaños, y que recibió Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

La misiva destaca los retos de la institución con el presente de la patria, a la que considera modelo de “esperanza, unidad y paz”, y subraya el papel de Fidel y la “total entrega de su vida” a la construcción de la sociedad.

Por otro lado, el CIC pidió hacer llegar al Co­mandante una cruz y una biblia, que significan el compromiso con los pobres, la justicia y la construcción de un mundo mejor —según ex­plicó Joel Ortega Dopico, su presidente—; en tanto Díaz-Canel le entregó el libro Fidel Cas­tro Ruz: Guerrillero del Tiempo, que recoge las conversaciones del líder con la periodista Ka­tiuska Blanco.

El primer vicepresidente cubano felicitó a la institución más antigua del movimiento ecuménico, comprometida desde su fundación en mayo de 1941 con el pueblo cubano y sus luchas bajo el lema Unidos para servir, por haber sido consecuente con ese precepto fundacional y contribuir a la unidad de la nación y la cultura cubana. Además, convocó a seguir trabajando por el respeto entre todas las religiones y la forja de la esperanza y la paz.

Agradeció el importante papel que desempeña esta organización en el perfeccionamiento de nuestro socialismo, cuya mues­tra más reciente constituye la participación de sus miembros, así como de los de otras religiones y asociaciones fraternales, en el proceso de debate de los documentos del VII Congreso del Partido.

Y reflejo de ese marco común de objetivos futuros devinieron las declaraciones de Ortega Dopico a Granma minutos antes de iniciar el intercambio, en las que resumió los desafíos del Consejo en la marcha de las iglesias hacia la sostenibilidad que exigen los momentos actuales; apoyo a la comunidad; atención a la niñez, la juventud y la tercera edad; rescate de valores; diálogo con todos los actores de la sociedad, y la construcción de iglesias con una raíz e identidad cubanas.

Sobre el contexto en el que arriba el CIC a su aniversario 75, se refirió a la vinculación con más de 30 organizaciones internacionales, el trabajo con alrededor de 60 denominaciones cristianas en Cuba, así como el desarrollo de diez programas y múltiples proyectos. Ade­más, mencionó los convenios oficiales con el Ministerio de Trabajo, de Educación, Salud Pú­blica y otros organismos del estado y organizaciones de la sociedad civil.

Una nación no puede avanzar si todos sus actores no están en diálogo—sostuvo—. La iglesia cubana ha podido desarrollarse gracias al intercambio con el Estado, la colaboración, la cooperación, porque ambos tenemos un interés común que es nuestro pueblo.

Al encuentro asistieron Caridad Diego, Jefa de la Oficina para la Atención a los Asuntos Re­ligiosos del Comité Central del Partido; Miriam García, directora de asociaciones del Ministerio de Justicia, así como otros funcionarios que atienden esta actividad en el país.



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