Filme cubano Esteban: Gana el público de Huelva y otros premios

Editado por Martha Ríos
2016-11-21 15:47:20

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Imagen de archivo

Por Paquita Armas Fonseca

El filme Esteban ópera prima del director Jonal Cosculluela conquistó la Carabela de Plata, premio Especial del Jurado y del Público en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva e inicia con buen paso un camino de exhibición en España.

Producido por RTV Comercial, MEDIAPRO, Producciones Colibrí y la Asociación Hermanos Saiz, es un soplo de frescura en la cinematografía cubana contemporánea donde las escaseces hacen que sólo se vea una parte de nuestra realidad.

La ópera prima ya tenía el aval de la crítica cubana y dos Premios Caracol que entrega la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y se ha exhibido en Trinidad y Tobago, luego de su estreno en Cuba en el mes de abril.

Junto al niño Reynaldo Guanche, un ACTOR de unos 10 años, la camaleónica Yuliet Cruz (Miriam, la madre del niño), el siempre efectivo Manuel Porto (profesor de piano, Hugo), Mónica Alonso (Sofía) e Ismael Isaac (Agustín), con intervenciones especiales de Raúl Pomares y Corina Mestre, la cinta tiene otra protagonista: la música creada por Chucho Valdés.

MEDIAPRO está ultimando los detalles para el lanzamiento de la película en España a principios de 2017 que distribuirá internacionalmente a través de Imagina International Sales.

El guión es de Amílcar Saleti, que hizo igual función en la telenovela Latidos compartidos, de parte de la serie UNO, de Patrulla 444, y que con Esteban escribió para un teledrama televisivo un melodrama, género del que gusta. La fotografía es de Lianed Marcoleta

Recién estrenada su película, Jonal me contó:

- ¿En qué momento creíste que estabas haciendo una película?

-Una vez que Vilma Montesinos me dijo que con esta historia tenía que hacer una película y comenzó a impulsarnos por ese camino ya no hubo vuelta atrás. Eso se convirtió en un sueño y en esto soy como Esteban: nunca abandono un sueño por muy difícil e imposible que parezca y mientras más obstáculos haya que vencer, más disfruto alcanzar lo que me proponga.

- ¿Gustas del melodrama como género?

-Es un género que te permite plasmar la realidad de manera directa, pero es peligroso. Hay que tener muy claro el tono en el que te vas a mover porque el riesgo de pasarse siempre está a flor de piel y puede provocar reacciones adversas en el público y lejos de comunicarse o hacer que se identifiquen con la historia pueden rechazarla desde el primer plano.

Sugerir es muy difícil y hacerlo con respeto y que la mayoría lo decodifique de manera sencilla, es aún más complejo. No soy amigo de los mensajes explícitos, me encanta creer que el espectador dialoga interiormente a medida que va progresando la historia y se va haciendo preguntas constantemente.

Algunas tienen respuestas en la obra, otras en sus propias experiencias. Pretendo seguir esta línea: siempre que pueda hacer reír, llorar, provocar alguna reflexión, cuestionamiento, estaré feliz.

-¿Qué momento te resultó más difícil durante el proceso de creación?

-El comienzo, la búsqueda de presupuesto para emprender el proyecto fue la parte más compleja y llena de incertidumbres. Aun cuando mi mente siempre se enfoca en visionar el proceso posterior pues creo que lo que tomas como un hecho tiene más probabilidades de convertirse en realidad, la arrancada requirió mucha fe en la fuerza del proyecto.

Tocar puertas, enamorar personas para que te apoyen, conseguir presupuestos es el momento más inseguro pero igual te acercas mucho al proceso creativo porque con los continuos pitching te introduces cada vez más en los puntos fuertes de la historia. Se convierten en tu primera audiencia y así descubres qué es lo más interesante del proyecto.

-¿Cómo lograron la caracterización de Yuliet Cruz? ¿Porto se incorporó enseguida?

-Yuliet es una actriz que lo pregunta todo. Aun cuando crees conocer a fondo un personaje ella hace preguntas inimaginables para ir conformando la psicología de su personaje.

El aspecto físico de Miriam era algo que me preocupaba, Yuliet es una mujer muy estilizada y cualquier cosa que le pongas encima le luce bien, por lo que la idea era "deteriorar" un poco esa imagen además de acercarla más a la tez de Esteban por lo que un primer paso fue que se sintiera cómoda con la peluca porque con su pelo natural era imposible obtener esos rizos.

Ella adelgazó casi 10 kilos y el vestuario andaba sobre lo anchito además de que maquillaje también hizo su magia para la complementación de esta imagen.

A Porto me lo encontré de casualidad grabando un capítulo de Tras la huella en la esquina de mi casa. Le comenté sobre el personaje y me respondió que yo estaba loco porque él no sabía nada de música y que además tenía el ¨oído cuadrado¨.

Miriam Valdés descubrió todo lo contrario: aprende muy rápido y tiene talento para la música. Pasaba tiempo en la locación que iba a ser la casa de Hugo para identificarse con el espacio. Tenía un personaje con un conflicto muy grande: la culpa, el perdón, eran las bases sobre las que se movía este personaje.

-Dime en qué instante dijiste que Reynaldo Guanche sería Esteban?

-Su físico fue lo primero que me llamó la atención. Creo que la primera vez que hablamos me impresionó el carácter de Rey, un niño de solo 9 años y con una madurez impresionante. Es muy serio y de pocas palabras, lo que me venía como anillo al dedo.

No me equivoqué, lo demostró durante todos los procesos: el taller de actuación, el entrenamiento de piano, los ensayos con los otros actores, todo a la vez y sin descanso y nunca dijo: estoy cansado o no puedo hacerlo. Trabajó muy duro, pero creo que también lo disfrutó mucho.

-¿Qué significó para ti tener la certeza de que Chucho Valdés haría la música?

-Uf!, soy del tipo de personas que siempre están soñando, creo que conecto muy poco con la realidad, me encanta cuando tengo alguna idea y comienzo a contarla, y a notar que otros se están emocionando o contagiando con lo que les comento y puedo notar cuando dejan de ser simples oyentes y comienzan a ser parte del viaje que propongo.

Recuerdo una frase del ideario latinoamericano: el sueño de uno es sólo un sueño, cuando es de varios comienza a ser una realidad.

Maritza aunque también es soñadora es más aterrizada y siempre que exista la posibilidad real de alguna de mis locuras ella no descansa hasta conseguirlo. Con Chucho fue así. Lo soñé y lo pedí. Ella lo hizo realidad. Él conectó con la historia y decidió acompañarnos en este viaje.

-Y ahora ¿qué piensa Jonal Cosculluela de su ópera prima cuando crítica y público aceptan su obra?

-Esperábamos que la película por su temática tuviera buena acogida por el público, lo que no nos esperamos era que alcanzara una aceptación tan cariñosa como la que ha tenido. Tanto el público como la crítica nos han impresionado. Ahora siento mucho temor y aumenta el compromiso con el público de preparame mucho más para otra entrega.

Es sólo el inicio de muchas cosas que tengo por decir y cada vez intentaré dialogar con el público sobre la misma base: las emociones, los sentimientos, provocar reflexiones, risas, lágrimas.

Nada es más gratificante que estar camuflado en una sala repleta de personas y escucharlos tratar de predecir la trama, reírse o verlos llorar; es como si le hablara directamente a cada uno, todos tan diferentes pero con una cosa en común, todo tienen grandes sueños y serían capaces de hacer lo que fuera para conseguirlos.

- ¿Y crees que hubiera sido posible sin Maritza Ceballo? ¿Cómo es ese dueto de trabajo?

-La imagen del productor y director con el guión bajo el brazo tocando puertas e intentando sensibilizar personas aún la tengo bien grabada en los recuerdos de lo que fueran los primeros pasos de Esteban.

Tuve, acompañándome por estos inicios, a dos productores y amigos que cada uno en su tiempo hizo hasta donde pudo y muy bien también, pero tenían otros proyectos, otras obligaciones y realmente este trabajo necesitaba un productor a tiempo completo, Maritza siempre me acompañaba a todas las reuniones y conocía perfectamente el proyecto desde su nacimiento.

 Si mal no recuerdo creo que quien le propuso que asumiera la producción de manera oficial fue Adriana Moya porque en definitiva era lo que había estado haciendo sin darse cuenta.

Lo conversamos y logré convencerla de que lo único que cambiaría sería el nombramiento oficial porque en realidad ya venía haciendo el trabajo desde el inicio y así se convirtió en la productora general de Esteban; de todos mis proyectos y de otros proyectos y directores. Le agarró el gusto a la producción; sin haberlo soñado nunca, este sueño la alcanzó a ella.

Imposible haber hecho Esteban sin Maritza, es una persona muy apasionada con una visión pragmática de la vida; así siempre tiene los pies en tierra y una capacidad impresionante para el control y el orden...

Tenemos dos nenas preciosas Alejandra y Camila. Yo sueño con una tercera pero creo que aquí ya me van a poner los pies en la tierra... Jajajaja

(Tomado del portal de la Televisión Cubana)

 



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