El Güije cubano: en el imaginario popular

Editado por Maite González Martínez
2017-06-24 10:04:15

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Por: Guadalupe Yaujar Díaz

Retozones y burlones, malignos o sanguinarios pero enamoradizos y lascivos. Amantes de las frutas maduras, la carne de cerdo cocida y el dulce de guayaba o algunos adictos al ron… escurridizos y traviesos.

De la mitología cubana nace el Güije, una especie de duende que vive en los ríos, charcos, arroyos, lagunas y los montes, enredado siempre en la Naturaleza misma, sin explicaciones quizás como un guardián cuando el Hombre indiscriminadamente acaba con ella.

En cada pueblo de la mayor de las Antillas existe, por lo menos, un relato sobre ellos, pues nadie escapa a la magia de esos diminutos seres de sueños.

Los destacados historiadores cubanos José Luciano Franco y José Rafael Lauzán coincidieron en afirmar que los güijes fueron creados por los colonizadores españoles para asustar a los niños y evitar que se bañaran a su antojo en los ríos y lagunatos de la isla. La ignorancia dio riendas sueltas en las creencias de adultos que la difundieron.

Parte del imaginario popular dejó fe en sus múltiples versiones entre la que resalta a esos fantásticos seres llegados a las Antillas encerrados en una botija traída desde África en un navío portugués dedicado al tráfico esclavista. Al llegar a tierra firme, el recipiente de barro se quebró y los diablillos quedaron en libertad.

Muchos dicen haberlo visto, sentado en algún lugar, pero nadie lo confirma. Otros cuentos refieren que una vez lograron atraparlo…. Alimentado por las creencias cristianas, judías, chinas y africanas se describe como un ser humano de raza negra y pequeña estatura que vive escondido a la espera al descuidado paseante al que echa algún sortilegio y lo rapta en el agua para siempre.

Por eso aparece El Güije en la literatura, la música, las artes plásticas, filmes, series infantiles y dibujos animados cubanos.

El poeta Nicolás Guillén lo muestra cruel y sanguinario en la “Balada del güije”, en tanto el escritor Francisco Robaina Alquimbau tiene en “La leyenda del güije” una de sus principales obras.

En su libro “Mitología cubana”, el escritor Samuel Feijóo recoge numerosas historias escuchadas en zonas rurales y referidas a ese hijo de la fantasía también recreado en lienzos de los artistas plásticos Marcelo González y Juan Rodríguez Paz. (1)

También, el primer bailarín y profesor de danza Alberto Alonso estrenó su ballet “El güije” (16 de diciembre de 1965), una de las grandes creaciones coreográficas cubanas.

Mientras al duendecillo de las aguas dulces cantó el trovador Silvio Rodríguez en su pieza “El güije de la soledad”

Y el destacado poeta cubano Jesús Orta Ruiz en los versos de su décima “Aparición” evoca al güije en su amplio espectro de transculturaciones al definirlo: “Jigüe, criatura enana / de negra y larga melena, / niño-pez de una sirena / amerindia o africana” (2)

Porque entre el mito y la leyenda se mueve el Güije especialmente las fiestas campesinas. Tras la huida de los asistentes al festejo, el goloso güije robaba comestibles y bebidas que trasladaban a su madriguera.

En el inventario de cuentos resalta protagónico “este saltarín e inatrapable duende” resalta protagónico en del río La Bajada, quien hizo de las suyas durante el siglo XVIII en el villaclareño poblado de Remedios.

La memoria popular atesora fantasiosas historias acerca de güijes justicieros que ayudaron a los esclavos fugitivos a evadir la persecución de los rancheadores.

Noctámbulo era el que fijó su refugio en el río Yayabo de la villa de Sancti Spíritus. La tradición oral recoge cómo en las noches de luna llena el enanillo burlón solía presentarse en el puente de esa vía para asustar a transeúntes.

La central ciudad de Santa Clara, entre dos ríos, también tiene su güije, de ahí que el artista plástico villaclareño Ramón Limonte, llegó al mítico personaje y lo esculpió en el boulevard citadino. Desde hace más de dos décadas el ser mitológico de coloridas piedras tiene su homenaje: “El Monumento al Güije”.

(1) Samuel Feijóo: Mitología cubana, Ed. Letras Cubanas, La Habana, 2003

(2) Jesús Orta Ruiz: Cristal de aumento, Ed. Letras Cubanas, La Habana, 2001



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