¿Qué pasa con la fecundidad en Cuba?

Editado por Martha Ríos
2017-07-01 17:46:50

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Imagen de Archivo

Autor Yenia Silva Correa

Sus amigas ya cursaban el segundo año de bachillerato cuando la volvieron a ver. "¡Qué bueno que regresaste!" Ese fue el recibimiento de la única que se le acercó para darle la bienvenida en nombre de todas y luego de la sonrisa sin reproches se alejó hacia donde estaban las compañeras de clase.

La recién llegada se retrasó dos cursos en sus estudios por una maternidad que la sorprendió con apenas 14 años. Después de los cambios que hubo en su vida, decidió terminar la secundaria. Hoy es una mujer de 39 años y el mayor de sus hijos tiene 25.

"¿Es tu hermano? No, es mi hijo". Así concluyó el diálogo. Minutos después la joven mamá abordó el ómnibus que esperaba y quienes presenciaron la escena no pudieron contener los comentarios de asombro por la corta edad de la progenitora.

Distantes en tiempo y espacio, estas anécdotas son solo una muestra de las historias de madres adolescentes, un fenómeno que — según las estadísticas— se resiste a desaparecer.

La edad en la que las mujeres tienen sus hijos no se mide por las vivencias personales ni por la lectura descontextualizada de los datos de población. El análisis es más complejo.

"La fecundidad cubana es y ha sido siempre temprana — afirma la doctora Grisell Rodríguez, del Centro de Estudios Demográficos—. La mayoría de los nacimientos se registran entre los 20 y los 24 años y un porciento elevado (casi el 68%) ocurren entre los 20 y los 29.

"¿Dónde está el problema? En la participación de las adolescentes. Si bien no es la tasa de fecundidad en este grupo etario más alta de América Latina, sí presenta niveles que no se corresponden con todas las acciones que en materia de salud se hacen en Cuba".

NI TAN ALTA NI BAJA

Desde hace una década la fecundidad en adolescentes tiene un peso dentro de la fecundidad total. Las estadísticas demográficas revelan que 15 de cada 100 nacimientos son de madres menores de 20 años y eso se ha mantenido estable en los últimos años.

«La nuestra no es la de América Latina, donde tienen tres veces esa cifra. Tenemos la mortalidad infantil de las más bajas del mundo, pero deberíamos tener también una de las tasas de fecundidad en adolescentes más bajas, porque los países que registran nuestros niveles tienen un peso de fecundidad en adolescentes del 8 o el 6%.

"Esa tasa cuando se calcula es muy baja. Pero estamos hablando de la Cuba del año 2017 con todos los logros sociales y la voluntad política de hacer y de haber hecho muchas cosas y se nos siguen convirtiendo en madres como tendencia más o menos alrededor de 400 o 420 niñas como promedio al año", reconoce la especialista.

EN EL OTRO LADO DEL ESPEJO

Todo marcha a pedir de boca: aún no cumple 35 años y ya comenzó el doctorado. Su talento para la investigación quedó más que demostrado con las felicitaciones y las notas brillantes al terminar la licenciatura y la maestría. Es solo cuestión de esperar par de años para convertirse en doctora en Ciencias. El dilema es que ya siente ganas de ser mamá.

Se pudiera pensar que en Cuba las mujeres posponen la maternidad y no repiten la experiencia. Pero en esto hay matices.

"Lo que está demostrado es que el primer hijo se tiene. Lo que se dilata en el tiempo y a veces no llega es el segundo", asegura la doctora Grisell Rodríguez.

Entre aquellas que tienen a sus bebés durante la adolescencia y las que por decisión propia los dejan para bien entrados los 30, está como telón de fondo una reducción en el total de hijos por mujer al final del ciclo reproductivo: de cuatro a finales de la década del 60 hasta caer en la actualidad en 1,72 hijos o dicho más claramente 17 hijos por cada 10 mujeres.

—¿Es posible modificar estos indicadores?

"Este año — subraya la especialista del Centro de Estudios Demográficos — vamos a cumplir 40 años con la fecundidad por debajo del nivel de reemplazo, proceso como tendencia irreversible en el mundo. No hay país que de manera sostenida después que baja la fecundidad la eleve nuevamente. Los comportamientos demográficos tienden a ser estables en el tiempo y a convertirse en tendencia. Estamos hablando de comportamiento de la población".

ENCONTRAR EL PUNTO MEDIO

El panorama demográfico que enfrenta hoy el país dista de ser sencillo y homogéneo. A nivel macrosocial lo más evidente es el aumento creciente de los adultos mayores y a eso el gobierno le presta atención, lo que se expresa en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

Sea cual fuere el momento en que llegue la maternidad, en la mayor isla de las Antillas funciona el Programa de Atención Materno-Infantil y se dedican cuantiosos recursos a la protección y seguridad de la madre y su pequeño.

En este contexto la baja fecundidad y sus matices son el resultado de las políticas que dan a mujeres y hombres oportunidades, derechos y garantías, pero a su vez es una de las causas de los cambios en la dinámica demográfica de una Isla de poco más de 11 millones de habitantes.

(Tomado del periódico Granma)

 



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