Estados Unidos: Cierre emisoras Radio y Televisión

Editado por Maria Calvo
2017-03-24 10:29:49

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Manifestación en apoyo a la TV pública

por  Nicanor León Cotayo

A manera de otro bofetón a la libertad informativa el gobierno estadounidense le corta sus alas a quienes no repiten el discurso oficial.       

Así lo demostró un artículo que este jueves publicó en Miami el Nuevo Herald bajo la firma de Daniel Morcate. Su titulo “El asedio a las transmisiones públicas”, y el tono de la forma en que lo escribe demuestra su irritación.

Comienza diciendo, los ignorantes que se han adueñado del poder le han declarado la guerra a todo lo que piensa. Y eso, añade, incluye a la radio y la televisión públicas que desde hace décadas prestan un valioso servicio a la nación.

En primer lugar, subraya Morcate, a las comunidades rurales, donde millones de personas sencillas dependen de ellas para informarse y aprender a pensar con su cabeza.

Aunque, puntualiza, “eso es demasiado para ideólogos  ultraconservadores” que favorecen nos resignemos con  medios comerciales, al estilo de Fox News.

Por eso el actual gobierno de Washington, encarnación de tal ideología que solo ve en los medios “noticias falsas”. En sintonía con ello, la Casa Blanca propone sacar de los gastos federales el dinero asignado a las Transmisiones Públicas.

Ese organismo se encuentra bajo la jefatura del Public   Broadcasting System y de la National Public Radio. Tanto uno como el otro, recuerda Morcate, han sido detestados siempre por “extremistas de nuestra derecha”.

Nunca han soportado que sus directivos hayan llevado a cabo un periodismo no siempre en armonía con las decisiones del poder oficial.

Según el artículo, su sostenido  objetivo de retirar los fondos a ambas entidades radica en que una economía de mercado no admite a un medio de comunicación recibir fondos del Estado.

Con sus cálidos aliados del Congreso, los ideólogos extremistas habían logrado ya achicar el dinero para la radio y  televisión públicas.

El recorte abarcó 445 millones  de dólares, un 0.01 por ciento del presupuesto federal para el año pasado. ¿Cuándo tiene lugar esta nueva maquinación?

En momentos que Donald Trump llevó al Capitolio un proyecto de presupuesto militar 2016-2017 cuya magnitud supera en 54 000 millones de dólares al anterior.

Mick Mulvaney, el nuevo director de presupuesto de la Casa Blanca, dice que el gobierno no puede justificar que “un minero del carbón o una madre soltera” paguen ese dinero.

Esto, a pesar de que al minero y la madre soltera les quieren imponer un extra de 54 mil millones en ese tipo de gastos. Cuando ya –subraya también- invertimos más al respecto que otras cinco importantes naciones juntas.

Dada la incómoda similitud que emana su caso, Mulvaney se atreve a declarar que en países no democráticos la radio y televisión estatales reproducen mentiras y manipulaciones del poder.

Atrapado en sus propias contradicciones, el funcionario intenta dar un giro de 180 grados cuando añade:

Pero en Estados Unidos y otras democracias similares se han convertido en valiosas alternativas para la difusión. Si esto último fuera cierto, entonces, ¿cuál es el motivo para la guerra más o menos encubierta que Washington ha desatado contra ellas?

Habría que trasladar la pregunta a quienes, como el propio Donald Trump, no han tenido a menos lanzar duros epítetos contra la prensa y sus representantes.

Bloquear el acceso de estos a encuentros con el presidente, tratarlos públicamente como a gente indeseable y hasta situarlos en “listas negras” de cara al futuro.

De ahí que, cualquier parecido con las etapas más siniestras del periodismo estadounidense, no es precisamente, pura coincidencia.



(CubaSí)



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