Un acto de amor y paz

Editado por Maite González Martínez
2019-06-27 08:07:10

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Díaz-Canel trasladó el agradecimiento de los cubanos por la valiosa labor de solidaridad. Foto/Escambray

Por María Josefina Arce.

No hay mejor definición para la solidaridad hacia Cuba de la organización interreligiosa norteamericana Pastores por la Paz que la expresada por el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, al calificarla como un acto de amor y paz.

El mandatario recibió en La Habana a la trigésima Caravana Pastores por la Paz, que ya se encuentra en nuestro país, tras su paso por 45 ciudades de Estados Unidos para recabar ayuda solidaria destinada al pueblo cubano.

Como un encuentro entre hermanos catalogó Díaz Canel su intercambio con los miembros de la Caravana, que año tras año desde 1992 viaja a la Mayor de las Antillas.

Es un verdadero desafío al entramado de leyes que conforman el bloqueo norteamericano y que impiden el viaje a territorio cubano de los estadounidense en calidad de turistas, a lo que se ha sumado con las nuevas disposiciones de Washington una mayor restricción a los intercambios pueblo a pueblo.

Recientemente, la directora ejecutiva de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria IFCO-Pastores por la Paz, Gail Walker, llamó a continuar las acciones por el cese del cerco económico, comercial y financiero de Washington hacia La Habana.

Ciudadanos de Estados UNIdos, Canadá y México conforman esta nueva Caravana, que como es habitual brindará su apoyo en las labores agrícolas y compartirá con los cubanos en diversos escenarios.

A su llegada a la capital cubana manifestó Gail Walker, que han sido testigos del amor de las personas hacia Cuba, quienes incluso conocen de los adelantos del país caribeño en la educación, salud, respeto de los derechos de la mujer y la protección del medio ambiente.

La hermosa labor de Pastores por la Paz no se ha detenido nunca. Multas, amenazas e incluso intentos de las autoridades por retener parte de la ayuda han sufrido los caravanistas que han defendido su derecho de viajar a Cuba, de intercambiar con sus habitantes y conocer su realidad.

Está en la memoria la huelga que protagonizaron en Laredo, Texas, en 1993 hasta que las autoridades fronterizas devolvieron la ayuda destinada a Cuba. Sobre este suceso afirmaría el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro: “Hemos recibido muchas lecciones en estos días...Creo que la firmeza, la dignidad y junto a ellas de modo muy especial, la convicción profunda, la justeza de lo que estaban haciendo, la limpieza de su conducta, fueron factores determinantes....para encontrar una solución feliz”.

Medicinas y otros insumos médicos, así como útiles escolares y autobuses han llegado a lo largo de estos años, gracias a la valiente actitud de Pastores por la Paz que también se ha dedicado a dar a conocer en territorio norteamericano los avances de Cuba en diversas esferas y que son ignoradas por la gran prensa.

Sectores tan vulnerables como los niños, mujeres y ancianos se han visto beneficiados con la invaluable ayuda solidaria de la organización religiosa norteamericana.

Hablar sobre Pastores por la Paz es hablar de casi tres décadas de profunda solidaridad, amor y amistad y de un irrestricto apoyo a la lucha del pueblo cubano por el fin del genocida bloqueo de Estados Unidos, que obstaculiza el desarrollo económico y social de Cuba.



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