Vacunas y preocupaciones

Editado por Maite González Martínez
2021-01-19 08:00:15

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Inicio "histórico" de vacunación contra covid-19 en Reino Unido.

Por: Guillermo Alvarado

De acuerdo con registros oficiales hasta el cierre de la víspera se habían inoculado cerca de 40 millones de vacunas contra la covid-19, sin embargo la mayor parte de los receptores viven en países de un elevado nivel de ingresos y muy pocos en el mundo pobre.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, otras entidades y personalidades han abogado por una distribución más justa de estos preparados, de tal manera que puedan ser administrados al mismo tiempo en distintos lugares del planeta.

Hubo de inmediato una respuesta digna de elogio y respeto, dada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien dijo estar dispuesto a compartir con naciones de escasos recursos una parte de los inmunizantes comprados a la corporación farmacéutica Pfizer.

Aunque ese país hermano tiene una compleja situación en medio de la pandemia, con 1,64 millones de contagios y 141 mil fallecidos, no fue ajeno a la petición de cooperar con los menos favorecidos.

Sin embargo, la experiencia de las primeras semanas de vacunaciones ha demostrado que no es suficiente contar con las dosis necesarias para llegar a la mayor parte de la población.

Hay un extraordinario esfuerzo logístico y organizativo que va más allá de la presencia del vacunador y el vacunado. Para empezar debe capacitarse a una gran cantidad de personas en el uso y administración de estos productos, no sólo para evitar pérdidas, sino para llevar registros rigurosos.

No todos los preparados requieren condiciones como los de Pfizer, que deben mantenerse a 70 grados bajo cero con equipos que no son comunes, pero tampoco existe ninguno que pueda estar a la temperatura ambiental.

Almacenar y transportar las vacunas en esas condiciones es un problema serio en lugares donde no existe la infraestructura adecuada.

Debe agregarse a esto la cantidad de jeringas y otros insumos indispensables para la inoculación, que puede parecer un dato irrelevante hasta que lo multiplica por los millones de personas que necesita inmunizar.

En medio de este paisaje, queda la incógnita de saber si las farmacéuticas serán capaces de responder a la demanda universal.

De momento, ya Pfizer demostró lentitud en proveer a países que hicieron compras por adelantado y, por ejemplo, en Nueva York y Berlín no se pudieron abrir los centros de vacunación masiva que estaban previstos.

Son retos globales que requieren respuestas y voluntad global, a menos que algunas potencias estén dispuestas a prescindir de una buena parte de la humanidad.  



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