López Obrador y Fernández en línea auténtica para América Latina

Editado por Maite González Martínez
2021-02-25 06:32:55

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El presidente de Argentina, Alberto Fernández, junto a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador. - HECTOR VIVAS/GETTY IMAGES

Por: Roberto Morejón

La visita del presidente argentino, Alberto Fernández, a México y su diálogo fluido con su par Andrés Manuel López Obrador arrojó una señal muy positiva para América Latina.

No hay que ver connotación adversa en el esbozo de un llamado eje entre ambos países, sugerido por el gobernante argentino.

Se trata de estadistas de altura política y ética, empeñados en sacar adelante a sus países, sumergidos en el agitado neoliberalismo por autoridades precedentes.

No ha sido fácil la tarea de ambos primeros mandatarios, desafiados por números pesimistas heredados del pasado, y expuestos a ataques de la prensa corporativa.

Los pronunciamientos de Fernández y López Obrador durante esta visita fueron tratados con ironía y hasta cuestionados por cierta prensa, nada habituada a digerir cooperaciones alejadas de la derecha.

Incluso esos medios pretendieron desviar la atención de la importancia del encuentro bilateral entre los Jefes de Estado de México y Argentina, al insistir en polémicas situaciones internas en ambos países.

Pero los pueblos latinoamericanos no deben confundirse por la perfidia. El encuentro entre Fernández y López Obrador trascendió el estrecho marco bilateral e irradió a la región al sur del Río Bravo.

Si quedara duda solo debe remitirse quien así piense a cómo López Obrador y Fernández enfatizaron en la necesidad de una distribución justa de las vacunas contra la COVID-19 a nivel mundial.

El esfuerzo bilateral llega en oportuno instante, cuando naciones industrializadas acaparan gran parte de las producciones de esos medicamentos.

La idea del presidente de Argentina de abogar en espacios internacionales por declarar a las vacunas como bien global parece congruente frente a la coyuntura apuntada, donde algunos Estados impusieron el poder de sus billetes.

El hecho de que varios líderes preconicen una línea  continental a favor de cambios favorables a la justicia social NO debería inquietar a la opinión pública.

Sí debería generar alertas cuando se escucha que ciertos gobernantes promueven grupos enfilados contra un país determinado, para acatar las presiones estadounidenses, como ocurrió con el expresidente Donald Trump.

Entonces, la evidente “buena química” entre López Obrador y Fernández debe ser evaluada como una señal favorable para sus pueblos y los de la Patria Grande.



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