“Marito” libró por segunda vez, pero la crisis persiste

Editado por Maite González Martínez
2021-03-19 07:06:39

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Foto/Sputnik News

Por: Roberto Morejón

Si bien el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, logró librarse de un juicio político en el Congreso promovido por la oposición, su transitorio éxito no implica el fin de la crisis.

“Marito”, como llaman al gobernante conservador, ha sido cuestionado por airados manifestantes en las calles durante las últimas semanas, con la exigencia de su renuncia.

Adversarios políticos y sectores sociales denuncian la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus asociada a la debilidad del sistema de atención, con baja disponibilidad de fármacos y médicos y enfermeros exhaustos.

Quienes increpan al presidente paraguayo lo consideran responsable del mal manejo de la pandemia, cuyo impacto ha llevado al país a un inédito número de casos positivos.

En el centro de esa atmósfera tensa y con el clamor en las calles, los políticos opositores se sintieron alentados a exigir un juicio político contra el estadista.

Pero nuevamente se impuso en Paraguay el poderío casi feudal del gobernante Partido Colorado, hasta revertir el intento, mediante votación en el parlamento, de procesar a Benítez.

El Jefe de Estado extiende así una trayectoria difícil frente a sus detractores, pues el de esta semana fue el segundo intento de juicio que él evade.

En agosto de 2019, también con los votos colorados, relegó otra porfía, entonces por la firma de un acta secreta para venderle energía a Brasil, con modalidades dañinas.

Esta vez los cargos imputados eran ineptitud en el manejo de la pandemia, adquisición morosa de vacunas, negociado con productos y camas, penuria de medicamentos y ventas anómalas al Estado.

Ninguno de esos argumentos podrá borrarse de la mente de los manifestantes, muchos de ellos jóvenes, que marcharon por las calles.

No por casualidad varios de ellos quemaron la sede de la Asociación Nacional Republicana, nombre oficial del Partido Colorado, en el poder desde 1954, con la excepción de un breve período entre 2008 y 2012.

Asentado en sobornos, control de la vida ciudadana y otras tropelías, los colorados poco han hecho por amortiguar el drama de Paraguay.

Cuarenta y seis por ciento de la población vive de faenas informales, carente de seguridad social y cobertura financiera de salud.

Ni los recambios de ministros, como ya hizo, o el viciado respaldo nominal de su partido parecen depararle sosiego a “Marito” durante el resto de su mandato.



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