Personalidades refieren la verdad de Cuba en contraste con campañas subversivas

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2021-05-03 08:34:39

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Imagen tomada de Cuba, Isla Mía

Por: Roberto Morejón

Razones de peso asistieron al expresidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva al instar al mundo capitalista a abandonar la persecución ideológica contra Cuba, país enfrentado a esos ataques y que, por lo tanto, recibe con gratitud las muestras de solidaridad.

El activo luchador por la justicia social en su país habló al respecto al intervenir en un foro que tuvo lugar recientemente.

Hablamos del Encuentro Virtual de Solidaridad con Cuba que reunió a políticos, intelectuales y sindicalistas para demandar el fin del bloqueo estadounidense contra la nación caribeña.

No fue esa la única señal de respaldo a la mayor de las Antillas en los últimos días.

La Red en Defensa de la Humanidad también se manifestó contra el bloqueo estadounidense, y lo calzó con la rúbrica de más de 3 mil 900 personas y de representantes de 56 organizaciones de 34 países.

Sin embargo, el ejemplo de Cuba, donde como señalara el canciller cubano, Bruno Rodríguez, NO se abandona a nadie a su suerte, debe ser anulado, según el absurdo designio de algunos adversarios de la Revolución.

Como apuntara el ministro de Relaciones Exteriores, el imperialismo quiere destruir este modelo, para ello afectó su economía y no cesa la persecución, sanciones y amenazas.

En los últimos meses arreció la campaña para intoxicar las redes sociales con informes falaces sobre la situación interna cubana, la que dibujan expuesta a la represión.

En estos momentos los llamados medios independientes, patrocinados política y financieramente por organizaciones con presupuesto obtenido en Estados Unidos, intentan presentar una sociedad a punto de la insurrección antigubernamental.

Los llamados huelguistas de un denominado movimiento amplificado solo en las redes pues carece de asidero en Cuba, reciben una desproporcionada visibilidad y la aureola de adalides.

La sociedad cubana sería un caos, entre los excesos del poder y las privaciones materiales, según narran los auto presentados medios alternativos, que de ese carácter no tienen nada, pues responden a un patrón preciso.

En ese contexto sustentar la verdad de Cuba, como se hizo en el reciente encuentro de solidaridad o analizaron los firmantes de una misiva para exigir el cese del bloqueo, constituye un acto de justicia para llevar una voz de transparencia en medio de una espesa cortina de humo.



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