Nicaragua en la mira

Editado por Maite González Martínez
2021-07-02 06:34:06

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Por: Guillermo Alvarado

Medios occidentales vinculados con la derecha, así como algunos confundidos por la propaganda, realizan una feroz campaña contra el gobierno sandinista de Nicaragua, al que acusan de practicar detenciones arbitrarias de supuestos “candidatos” a la presidencia y otros opositores.

A la tarea se suman entidades tradicionalmente financiadas y manejadas desde Estados Unidos, entre los que no podían faltar la nefasta Organización de Estados Americanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, así como algunos gobiernos europeos.

Según el guión de Washington, la administración del presidente Daniel Ortega pretende garantizar de esta manera su reelección en noviembre próximo.

En el centro de la atención figura la familia Chamorro, una dinastía oligárquica que ejerce un gran poder en Nicaragua desde mediados del siglo XIX y que trata de poner sus manos una vez más en el gobierno.

La verdad es muy diferente a lo que se dice y repiten hasta el cansancio dentro y fuera del país centroamericano, sobre todo fuera de él.

Sucede que en Nicaragua todavía no hay candidatos a la presidencia, porque según el calendario electoral, pactado con todos los partidos legalmente registrados, este proceso apenas iniciará a finales de julio.

Sí, es cierto que hay un grupo de personas detenidas, pero no por hacer oposición política o pensar diferente al sandinismo, sino por cometer delitos tipificados en el código penal de esa nación.

Todos los países del mundo tienen leyes para protegerse de intervenciones o injerencia extranjera y la patria de Rubén Darío no es la excepción.

Los que guardan prisión preventiva son sospechosos de conspirar con poderes foráneos y recibir financiamiento para generar disturbios, difundir noticias falsas o reclamar una intervención militar contra su país, lo que raya con la traición a la patria.

El meollo de esta intriga lo forma la Fundación Violeta Chamorro, creada por la expresidenta nicaragüense de ese nombre y sostenida con dinero que llega desde Estados Unidos y Europa.

Su principal patrocinador es la Agencia para el Desarrollo Internacional, pero también recibe fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional, del Instituto Republicano Internacional y del National Endowment for Democracy, de Washington, entre otros.

La fundación reparte esa plata entre diarios, emisoras de radio y televisión y periodistas “independientes” para satanizar al sandinismo y devolver a Nicaragua a las garras de Estados Unidos. Quiénes son y cómo funcionan, será tema de próximos trabajos.



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