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Por: Roberto Morejón
Poco después de que el presidente Joseph Biden reiterara en la ONU lo que define como apego a la democracia, representantes de numerosos países requirieron el fin del bloqueo estadounidense contra Cuba, sin que el inquilino de la Casa Blanca escuche.
Este último aludió de forma hostil a Cuba, entre otros países, al pronunciar su discurso en el período de sesiones 76 de la Asamblea General de la ONU.
En dirección opuesta, muchos oradores cuestionaron por qué Estados Unidos permanece impasible ante 29 solicitudes de la Asamblea General de la ONU para que Washington suspenda el asedio contra la mayor de las Antillas.
Una pregunta sugerente formuló el primer ministro de San Cristóbal y Nieves, Timothy Harris, quien tras recordar la asistencia de Cuba a su país y otros durante la pandemia, inquirió cuál sería el potencial de la patria de José Martí que pudiera aportar a la comunidad internacional si se levantara el bloqueo.
Junto a Harris declararon en demanda del final del boicot contra Cuba presidentes, primeros ministros, cancilleres y otros representantes del Caribe.
Igual postura repitieron los enviados de Sudáfrica y Burkina Fasso, entre otros de África, los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Costa Rica, Carlos Alvarado, así como el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
El jefe de la diplomacia mexicana consideró que “en lugar de medidas unilaterales” es oportuno “poner en marcha medidas de solidaridad y apoyo mutuo para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo”.
Significativamente, Estados Unidos tiene una conducta inversa, pues el expresidente Donald Trump ordenó más de 240 restricciones en relación con Cuba, sin que su sucesor las desmantelara.
A pesar de que en campaña electoral Biden se refirió a la flexibilización de algunas de las penalidades, nada hizo, en sintonía con la cúpula legislativa de alegado origen cubano.
Si como señaló ante la ONU , su administración favorece la paz, la diplomacia y las líneas democráticas, por qué no escucha a quienes en la ONU ----e incluso en las Caravanas Puentes de Amor---- lo instan a desandar la ruta de las sanciones contra Cuba.
Biden y sus asesores deberían tomar nota de lo expresado por la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, quien tras referirse a la difícil situación material en Cuba a causa del cerco, se preguntó por qué cuando se menciona, simplemente no pasa nada.
